• 18/03/2009 01:00

Sobre la ‘mala suerte’

No todos tienen la buena carta de Ricardo Martinelli, próximo presidente de Panamá. Sumado al tesón demostrado al iniciar su campaña al ...

No todos tienen la buena carta de Ricardo Martinelli, próximo presidente de Panamá. Sumado al tesón demostrado al iniciar su campaña al día siguiente de los resultados de 2004, varios acontecimientos incidieron para que a tres meses de la elección se posesionara con más del 50% del electorado, apoyado por quienes jamás habían aceptado ser segundos de nadie. Indudablemente, a favor de Martinelli trabajó que su contrincante, además de generar una reacción muy negativa en la gente e incapaz de unir a su partido, haya cometido un sinnúmero de errores.

Favorecida en el Palacio de las Garzas por la enemistad manifiesta demostrada del actual mandatario hacia su rival partidista, gana con poca ventaja. Se perfila imbatible, sobrada; como lo que pasó en EUA cuando Hillary Clinton comenzó su campaña. Escoger su vicepresidente dio material para un libro de chistes y caricaturas; casi pasa de candidata del PRD a yeyé, tratando de atenuar con un “rabi” el rojo que muchos veían en ella. Se le apodó la “candidata de los ricos”; los magnates corrieron a apoyarla, corroborada por su declaración de bienes donde “confesó” ser millonaria. Al ir perdiendo vertiginosamente puntos en las encuestas la obligaron a tragar sapos: su antiguo contrincante quedó de príncipe consorte en la nómina; por cierto que no resultó muy amoroso.

El jugoso pago que le hizo la AMP en media campaña, mientras a ex trabajadores no le cancelan antiguas prestaciones, hizo recordarnos su condición de consentida del régimen, al igual que el tratamiento dado a su hermano embajador en Bruselas en la pérdida de las preferencias arancelarias con Europa. Lo del juego de la lata resultó tragicómico — por no decir bumerán. Con cuatro días de atraso y contradicciones, al mejor estilo Tres Patines, salió a denunciar al “pitcher” que tiró la cerveza — con todo y aluminio: El latoso tenía una camiseta de la otra trinchera.. Lo había visto, le había hablado. Al final de la saga, el sujeto resultó tan PRD como ella; quizás por eso le han tirado tierra al “laticidio”.

Lo último que le ha ocurrido la ha terminado de hundir: si no le dieron nada de lo del colombiano parlanchín, ahora pregunta quién se quedó con su parte y la ira la debe consumir. Para confundir a la opinión pública, en un desesperado intento, trata de manchar a su contrario con la misma lacra que con tantos detalles la han denunciado a ella y al candidato a alcalde de su partido.

No soy supersticioso ni nada parecido. Sin embargo, creo que la mala suerte unida a las malas decisiones constituye fórmula de derrota para cualquiera. Sobre todo cuando se jura y perjura que se tiene la capacidad para gobernar un país, pero el pueblo está convencido de todo lo contrario.

Como ves.. ni la menciono por su nombre.

-El autor es escritor, abogado, político y académico.gcochez@cableonda.net

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