• 25/03/2009 01:00

El Murciagate

Quienes destaparon el “tamal” se deben estar arrepintiendo, porque no imaginaron la extensión que alcanzarían las escandalosas relacione...

Quienes destaparon el “tamal” se deben estar arrepintiendo, porque no imaginaron la extensión que alcanzarían las escandalosas relaciones del Sr. David Murcia Guzmán con las instituciones públicas y privadas de Panamá. El tamal ha sido destapado y su pestilencia demuestra la podredumbre de nuestras instituciones. Sin duda se requieren cambios urgentes para erradicar la corrupción generalizada que el caso ha puesto en evidencia, pero también es claro que no es la nómina de Ricardo Martinelli la que pueda hacerlos, pues ella misma aparece salpicada por DMG.

La ciudadanía se pregunta: ¿Recibió la campaña del PRD los 6 millones de dólares que dice Murcia, o sólo es una difamación? Las declaraciones contradictorias del candidato a alcalde Roberto Velásquez en vez de ayudarle le han hundido más. ¿Si no fue sobre donaciones, de qué fue a hablar el candidato con DMG? El escándalo también salpica al presidente Torrijos, quien en un neoliberalismo extremo, permitió el uso privado del SPI.

Pero Martinelli no sale mejor librado porque: ¿Si es cierto que DMG lavaba dinero, como lo acusa el gobierno de Colombia, cómo lo hacía? ¿Qué relación guardan los “99” y las otras cien empresas mencionadas con el “lavado” o estos si eran negocios “limpios”? ¿Qué relación tiene la vicepresidenta de Cambio Democrático, y abogada de Martinelli, con Ernesto Chong, Coronado brazo derecho de DMG en Panamá?

¿Por qué el gobierno de Álvaro Uribe bloqueó la indagatoria judicial de fiscales panameños a DMG, pero permitió una entrevista televisiva? ¿Busca Uribe influir sobre el electorado panameño para que gane un candidato proclive a su Plan Colombia ahora que está cada vez más aislado en la región? ¿No estamos ante una intervención descarada de Colombia en los asuntos electorales panameños?

El pueblo quiere conocer toda la verdad y la quiere conocer antes del 3 de Mayo. Por eso parece correcto lo que se ha hecho al levantar la inmunidad a ambos candidatos, Balbina y Martinelli, y a Velásquez y Cortés, acción que exigimos quienes hacemos parte de la campaña electoral del Prof. Juan Jované. Ahora exigimos celeridad en las investigaciones y no las manipulaciones que acostumbra la Procuraduría.

El problema es que se nos quiere poner a votar entre dos candidaturas que están bajo sospecha. Esto también muestra la podredumbre del sistema electoral, que impide otras ofertas electorales para asegurar el monopolio del gobierno por los políticos de siempre. Se requiere barrer con la actual legislación electoral, limpiar las instituciones públicas y privadas de la corrupción, urge una Asamblea Constituyente.

El “Murciagate” ha demostrado que el único voto útil para acabar con toda esta porquería es el voto blanco o nulo el 3 de Mayo. Otra cosa es seguir en lo mismo.

-El autor es sociólogo.olmedobeluche@hotmail.com

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