Marcos González y su visión de patria

Cuando nos corresponde como electores evaluar las ofertas políticas de los aspirantes a cargos de elección, generalmente nos dejamos llevar por las promesas que hacen. Estos políticos de papelillo nos causan toda clase de decepciones, que generan que en poco tiempo nos demos cuenta de que nos equivocamos al votar por quien, cuando se acomodó, se olvidó de quienes lo apoyaron.

Ese es el caso de un diputado, que ya ostentaba el rechazo de sus electores por haberlos defraudado. Por eso fue rechazado por la gente de su Circuito y pasó cinco años en el “ escambray político “, yendo a refugiarse en el sindicato de bases taxistas, en donde con el manejo operativo del mismo, que tiene más de ocho mil inscritos, pasó el cuartel de invierno, hasta que pudo nuevamente salir a pedir votos.

En el camino, no fue uno ni dos, ni tres los medios de comunicación que mostraron su rechazo al planteamiento del “ dirigente transportista “ González en defensa de la única empresa que, según el anteproyecto, estaba en capacidad de prestar el servicio, embolsándose con esa ley la friolera de $22 millones por año, pese a que los mayores afectados con la “ visión de patria “ del presidente de la Comisión de Transporte y Comunicación eran los más de ocho mil afiliados a la UNBATT, sindicato que lo apoyó en su camino a la Asamblea. A la vez, dejaba sin empleo a cientos de trabajadores de los 233 talleres que brindan el servicio, que necesita un control más efectivo, pero sin poner en peligro la estabilidad económica de cientos de hogares.

Al caerse, “ este intento de hacer Patria “, como lo llamaron allegados al diputado González, y tener en sus manos el anteproyecto de “ portabilidad numérica “, que era una vieja aspiración de todos en el país, y una exigencia de los organismos internacionales que rigen la materia de comunicación en el mundo. Sale a relucir nuevamente el “ amor ” del diputado González a favor de las transnacionales. Esta nueva imposición en contra de los usuarios, que le ahorrará una carga impositiva a las empresas que facturan cientos de millones al año, que nos han explotado con tarifas súper elevadas por más de 10 años y nos saturan de ofertas a nuestros móviles sin autorización de ninguna clase, se la debemos a San Marcos González, quien alegó en su defensa que la medida fue consensuada entre la empresas y por eso él las aprobó.

Le corresponde ahora al presidente Ricardo Martinelli vetar la referida ley y dejar que de las exorbitantes ganancias anuales de las empresas telefónicas se cubra el costo de este servicio, que ha sido largamente anhelado por todos en nuestro país.

Ya tendremos la oportunidad de “ agradecerle al diputado ” Marcos González todo el sano interés de obligarnos a pagar costos más elevados defendiendo a los grandes consorcios. Tengo fe en que los electores de su Circuito no olviden estas “ posturas patrióticas “ de uno que nuevamente defraudó a quienes confiaron en él.

*Periodista.erluga@cwpanama.net