• 12/02/2010 01:00

Au revoir, Madame Gómez

Cuando Ana Matilde Gómez asumió hace un lustro atrás el cargo de primera fiscal de la República fui uno de los primeros que públicamente...

Cuando Ana Matilde Gómez asumió hace un lustro atrás el cargo de primera fiscal de la República fui uno de los primeros que públicamente mostré mi satisfacción ciudadana, porque consideraba que era, por su perfil profesional y moral, la persona indicada para darle el necesario revolcón judicial a una institución sumida en un oscurantismo jurídico producto de la gestión fracasada del ex procurador Sossa.

Prontamente me percaté de mi equivocación, la Licenciada Gómez no iba a dar la talla, pues, era una persona sin la experiencia necesaria ni la fortaleza de convencimiento para soportar los embates de las persecuciones políticas contra políticos opositores que le ordenaron hacer durante la administración Torrijos, mediante la apertura de procesos penales sin fundamento alguno que solo pretendían satisfacer a la cúpula del PRD.

Sus cinco años de gestión son caracterizados por un fracaso en los casos de alto perfil, condenas pecuniarias contra el Estado, producto de su actuar ilegal en la destitución de fiscales, en la arrogancia mostrada en contra de las víctimas del envenenamiento masivo de la CSS y de sus familiares, y en la sistemática violación de los derechos humanos, como ha quedado plenamente demostrado ante el proceso que se le sigue por abuso de poder ante su “ juez natural ”, la Corte Suprema de Justicia, a la cual le ha faltado el respeto a sus integrantes como ha querido.

La procuradora suspendida ha politizado a la justicia como nunca antes se había visto, a tal punto que trajo de manera injerencista al fiscal general de Costa Rica para que le diera los respaldos políticos que ella sabía que le están vedados hacer a una alta autoridad extranjera en los asuntos internos, que solo competen a los órganos de otro Estado y ha mostrado su cara totalitaria, al exponer a sus subalternos a que la respaldaran incondicionalmente.

Esa es la verdadera personalidad de Ana Matilde Gómez, una mujer que yo denuncié como mitómana, porque así no solo fue descrita por el hoy defensor del Pueblo, sino que de igual forma es su conducta habitual, porque acostumbra a mentir patológicamente, como cuando profirió toda una serie de mentiras en un programa dominical en torno al proceso penal que se le seguía y que yo plenamente logré demostrar a través de un estudio juicioso del expediente.

Su salida provisional, y no tengo dudas que definitiva en su momento, contribuirá a que haya un efectivo combate a la delincuencia desde los estrados judiciales y no como pensaba ella, contrario a la opinión mayoritaria de la ciudadanía, de que es “ un discurso exacerbado y populachero de que los jóvenes y criminales se han tomado las calles, porque eso no es cierto ”, como le dijera a Radio Nederlands en el 2008.

Necesitamos una verdadera justicia para que los cocotudos empiecen a entender que el que la hace la debe pagar. Por todo lo anterior y más au revoir, Madame Gómez.

*Abogado y consultor.pedrositton@hotmail.com

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