• 22/04/2010 02:00

Papá, la tierra es humana

Todos los sábados acostumbro a limpiar el patio de mi casa. Mi hijo de seis años, decidió ayudarme aquel día. Con rastrillo en mano, y é...

Todos los sábados acostumbro a limpiar el patio de mi casa. Mi hijo de seis años, decidió ayudarme aquel día. Con rastrillo en mano, y él con una escobita que le compramos mi compañera y yo, empezamos a recoger hojas de diferentes tipos, para luego embolsarlas y llevarlas a la basura. Después de recoger las hojas, descubrimos un cúmulo de tierra seca que el verano fue creando, dándole al patio características no muy deseables. Decidimos barrer la tierra para hermosear más, ese pequeño pedacito de naturaleza, que tenemos detrás de nuestro hogar.

Ambos barríamos la tierra, de repente surgió la primera pregunta de mi hijo, ¿Papá, es cierto que cuando uno se muere se transforma en tierra? No fue una pregunta de sorpresa para mí, inmediatamente le contesté que, Sí. Seguimos barriendo, y él con mucho cuidado limpiaba de forma pareja y uniforme, la tierra. La segunda pregunta, fue también una respuesta que él se hacía… ¿Aquí entonces hay muchos hombres? Al escucharle, sentí la orientación de sus palabras. La lógica que desarrollaba era muy interesante, conociendo su temprana formación. De repente surgió una tercera, que me dejó pensativo hasta el día de hoy. Papá, la tierra es humana. El mensaje profundo que me enseñó mi hijo aquel día, hizo renacer en mí, el humanismo que día a día perdemos. Pero también nos dio un mensaje de valoración hacia la tierra, el ecosistema y la vida. Cuánta verdad en dos palabras.

Una lógica profunda y de reflexión, un estremecimiento a todo aquel depredador que no le da valor a nuestra naturaleza. Un mensaje de un niño que todavía no comprueba vivencialmente lo que está ocurriendo a su alrededor. Pero razona mejor, en contraposición a la gran mayoría de hombres y mujeres que por sus acciones de antinaturalaza, se cuestiona su racionalidad humana y antihumana.

La tierra es humana, qué verdad tan real. En ese pedacito de tierra, que es nuestro patio y nuestro hogar, mi hijo corroboró lo global. Seguimos barriendo, y desde aquel sábado, no dejo de pensar, en cada momento, cuánta razón tiene mi hijo.

*Sociólogomasp25@hotmail.com

Lo Nuevo
comments powered by Disqus