• 09/10/2010 02:00

Por un hoy y un mañana mejores

El progreso es producto del perfeccionamiento social. La educación integral de su población. Esto promueve salud, producción, inversione...

El progreso es producto del perfeccionamiento social. La educación integral de su población. Esto promueve salud, producción, inversiones domésticas o importadas. Además, en una superación generacional. Los padres harán el futuro. Estudios de hoy éxito para mañana. La administración pública y privada exige Eficacia y Transparencia. Es capacidad y Honestidad. La familia y la escuela son los generadores de ese componente psicosocial que crea las actitudes y conductas de los individuos. El desarrollo económico es valedero y los controles de seguridad también, pero más estable y elevado es crear la conciencia de autorespeto, dignidad y solidaridad.

Esta es la real fórmula para erradicar distorsiones heredadas de procedimientos mafiosos, malos hábitos, violencias y juegavivo del pasado y aún actual.

Toda esta desviación es consecuencia de un sistema materialista, mercantilista. A un Individualismo, egoísta y competitivo, donde generalmente sobrevive el más poderoso en lo técnico, monetario y de mercadeo. Quebrando los más pequeños.

La globalización del neoliberalismo ha sido la ampliación de los mercados para los grandes exportadores y el endeudamiento para los países subdesarrollados y su gran población trabajadora de todos los niveles. Agréguese la complicidad de la publicidad engañosa, tanto en política internacional con guerras pre programadas, por monopolizar el petróleo y otras materias primas, las fraudulentas propagandas de productos para supuesto uso médico que curan todo y los programas sin sustento de oportunistas electoreros. Por otra parte, los medios de comunicación y los publicistas que tienen una efectiva penetración en los hogares deberían cumplir más efectivamente su función cultural y educadora para con sus usuarios; si actuaran apoyados en una social regulación, con simbólica participación estatal, No para censurar, sino para orientar hacia el beneficio social de valores, educación, salud y civismo, lo que mejoraría la imagen de los medios y también aumentaría su audiencia.

En los últimos años se ha incrementado la apertura a las inversiones extranjeras. Eso es excelente. También lo sería que en las concesiones y contratos, dejaran parte importante de sus ganancias invertida aquí mismo, así como instalaciones estables con tecnologías asimilada a nuestros trabajadores; sobre todo ahora con la ampliación del Canal. Es justo reconocer el esfuerzo hecho por el MEF en crear estabilidad y orden.

Y en esto también hay que dar créditos al Tribunal Electoral. En las elecciones el problema no es quién pone el dinero (los donantes o el Estado). Sino que las campañas electorales no pueden ser una competencia de dinero. Hay que limitar el tiempo de campaña y un tope en todas las acciones proselitistas. Es decir, fijar un máximo de horas de TV, Radio, número de mítines, giras o reuniones en cada pueblo barrio. Esto debería significar un tope de los gastos. Y todos los candidatos y partidos o por igual. Pero en acciones no en costos (varía mucho). Algún aporte del Tribunal sería para estructurar y garantizar esta equidad y austeridad. Esto exigiría un compromiso patriótico con una regulación acordada por todos los participantes. Sé que es difícil y antagonizado por muchos que viven o dependen de esos rebusques. Los donantes no se verían presionados a riesgosos aportes y no dependerían de futuros favores. El asunto es sacar el dinero de las campañas, que es el padrastro de la corrupción.

El poderío partidario puede ser efímero con una clientela tránsfuga transitoria, carentes de lealtad, mística e ideología; solo personalismo o intereses inmediatos. Se hacen promesas que a veces no se pueden cumplir, aunque se tuviera la buena intención.

Porque cambian las condiciones, las ponderaciones. A veces se crean ilusiones que paralizan a estados catatónicos y dependencias ante factores de carácter o personalidad.

Por el bien del presente y futuro de la Alianza, sus partidos componentes deben mantenerse todos fuertes, activar sus liderazgos, solidificar sus estructuras, unificar sus bases, cumplir con la ciudadanía, merecerse la confianza, reconocer la participación respetuosa y coordinada de todos, capacitar y depurar sus equipos, para que sean vigilantes de todas las lacras, viejas y nuevas, e ir perfeccionando la administración. El aval del electoral lo dio el pueblo, por la credibilidad, programación y trayectoria ideológica de los partidos de la Alianza que adoptaron el objetivo de un Panamá Mejor.

*MÉDICO Y EX MINISTRO DE ESTADO.

Lo Nuevo
comments powered by Disqus