Promover cultura es también hacer patria

‘La cultura es el mayor capital de la humanidad, el arte, la vanguardia de peregrinación histórica humana explorando nuevas y desconocidas tierras y formas de vida, y la educación que pone a disposición de toda la humanidad sus descubrimientos, han sido, sin embargo, reducidos al estatus de productos en el mercado, comercializados como otras mercancías y, contrario a su naturaleza, medidos por el rasero de los beneficios instantáneos. Invertir en la cultura, las artes y la educación, por muy grandes que sus beneficios puedan ser a futuro, se considera, por tanto, poco aconsejable y un desperdicio a corto plazo. Tal miopía resulta en sacrificar la calidad de vida de las generaciones futuras a los caprichos efímeros y comodidades del presente’, Zygmunt Bauman.

En el marco de esta reflexión del sociólogo polaco Zygmunt Bauman, me permito transcribir, unas palabras que expresé el pasado 11 de junio, en el programa ‘Paréntesis Mosaico Musical y de Pensamiento’, que hasta el 3 de julio de este año conduje en KW Continente. Reconocido por todos como un espacio dedicado a la cultura y a la apreciación de la música principalmente clásica.

Surgieron, a raíz de la inquietud expresada por los oyentes, quienes percibían sospechosos acciones cada vez más recurrentes, como: caída de la señal en FM, particularmente en la franja de transmisión del programa Alternativa (espacio anfitrión de nuestro programa) o el frecuente realquilar de nuestro espacio radial para transmitir desde un partido de ping-pong o similar. El 99 % de las veces, enterándonos el mismo día, sin un leve respeto al público ni al invitado previsto para ese día.

Un oyente decía: ‘No me extrañaría si un día sintonizo su programa, y me encuentro con el show de Walter Mercado’. A quien contesté, un poco sabiendo lo que venía ‘en todo caso preferiría que pongan a Trespatines’.

Comentaba, que podía tratarse de una ‘casualidad’, pero que tampoco habría que extrañarse, si no lo era. Y continué:

‘Es claro que a cierta gente no le gusta ni desea que los panameños tengamos la oportunidad de tener un espacio que vaya fuera de los cánones tradicionales de violencia, vulgarización y manipulación que ellos promueven y patrocinan’.

La idea es evitar a toda costa que se tenga cualquier espacio que nos aleje de los parámetros de vulgaridad, violencia, paternalismo, estrés y un largo etcétera, en el que someten a las sociedades para que los ciudadanos no crezcan, florezcan y se desarrollen con el máximo de sus potencialidades. Para que no tengamos paz ni oportunidad de pensar sosegadamente, y vivamos siempre como autómatas dependientes de la chatarra que nos dan.

Nos toca ver gente que se llena la boca diciendo ‘Soy orgulloso panameño’, ‘Amo mi Panamá’, pero nunca sale a defenderla de quienes atentan contra ella, salvo cuando ven afectados sus propios intereses. Es decir, solo les importa con ellos y sus circunstancias. Otros, o esos mismos, viven de la coima, de negocios turbios, del ‘que hay pa’ mí’. Otros, o los mismos, tiran basura a las calles, playas y ríos, desarrollan proyectos arrasando con nuestros recursos naturales, o aquellos que donde van son claro ejemplo de la vulgaridad, el juegavivo y la mala educación.

Patria es dar lo mejor de ti siempre en lo que hagas y donde estés. Cada palabra, ademán es una extensión de nuestra familia y nuestro país donde quiera que estemos. Es no hacer las cosas mediocremente por salir del paso, o por ‘ganarme unos reales’, es compartir, dar espacio para que nuestros coterráneos también sueñen, anhelen de manera sana, sin envidias, y den rienda suelta a su imaginación y creatividad.

¿Cuánta gente hay que tuvo la oportunidad de viajar, estudiar y lo que da devuelta a su prójimo a través de su trabajo y sus modos, es basura? Me pregunto: ¿Serán egoístas que se guardan para sí lo que aprendieron, o son como el asno del refrán que dice: ‘Si un asno se va de viaje, no regresará a casa hecho un caballo’?

Todo lo que sea, dar una mirada a la universalidad, eso que además ya no es de nadie sino de todos, a las distintas formas de pensamiento, el arte, la cultura, la belleza al talento que trasciende todo, para dar paso al virtuosismo. Todo lo que pueda llevar a la inquietud de tener mayores expectativas de las cosas y las formas para que se expresen en un mejor nivel, es completamente rechazado por estos egoístas.

Eso, le molesta a mucha gente, porque representa ver más allá de las ‘anteojeras’ que nos imponen, para que solo veamos el árbol que es el objetivo individual o de unos pocos, y no el bosque como fin común.

‘Entonces, conscientes de lo anterior, les pido sepamos ubicarnos por encima de cualquier forma de provocación, sin dejar de observar atentos quiénes son los que, dominados por sus bajos instintos o dominados por su dependencia al olor a dólar, atentan contra el deseo que tenemos muchos de dar y recibir algo mejor’.

Y así finalmente, producto de la avaricia, la miopía o el miedo, el 3 de julio, nuestro programa anfitrión Alternativa y Paréntesis Mosaico Musical y de Pensamiento, fueron cancelados a través de una nota entregada por el ‘DJ’ de turno, a solicitud de los propietarios de la emisora. Al parecer respetados lectores, los hechos nos dan razón.

PERIODISTA