• 13/04/2015 02:00

Hasta luego presidente Obama

La semana pasada esta columna le dio la bienvenida al presidente Obama en apoyo al mensaje emitido por el Foro Afropanameño

La semana pasada esta columna le dio la bienvenida al presidente Obama en apoyo al mensaje emitido por el Foro Afropanameño. Hoy, un hasta luego y le auguramos éxitos en lo que le queda de mandato en la Casa Blanca. Ante todo, ‘lo cortés no quita lo valiente’, por si acaso haya dudas entre algunos lectores sobre nuestro entendimiento de qué representa Obama y sus verdaderas posibilidades de realizar cambios significativos en la política de los Estados Unidos.

Este espacio es limitado, y digo esto porque la bienvenida se da asumiendo lo tácito y sobreentendido en los detalles. Entre esos, que Obama no necesariamente tiene el poder absoluto de reordenar las políticas de su país, y no me refiero a la oposición de sus contrapartes del Partido Republicano, sino los poderes reales que son la plataforma del sistema capitalista de esa Nación.

Cuando Obama se perfilaba como el ganador de la elecciones del 2008, tuvo que sentarse a conversar con los dueños del capital: los que mueven y remueven la economía internacional. Los que hacen y tienen las maracas agarradas por el mango. No es accidente ni probablemente su decisión personal, una vez asumió la Presidencia la de perdonarle las enormes deudas para aplacar la crisis económica.

Pero volviendo al saludo de la semana pasada, se hace con el entendimiento de que Obama, sabiéndose negro, tuvo que hacer concesiones (algunas muy difíciles) para poder acceder a las oportunidades que los cambios históricos, con el apoyo que las nuevas generaciones de estadounidenses, (esos de entre 18 y 50 años de edad) le daban para colocarlo en la silla presidencial.

Muy claro dejó ese entendimiento sobre la realidad de su piel en el cierre del Foro de la Sociedad Civil de la Cumbre la semana pasada, en donde casi alineado con el mensaje del Foro Afropanameño, refiriéndose a las luchas y las marcha en Selma, Alabama, hace cincuenta años, dijo: ‘... la única razón por la cual estoy aquí, ante ustedes, como presidente de los Estados Unidos, es porque esas personas —ordinarias— empleadas caseras, aseadores y maestras, estaban dispuestos a soportar violencias y abusos a nombre mío’.

A media semana opiné (cosa que muy poco hago) en el muro de Facebook del colega Julio Bermúdez Valdés sobre algunas reacciones a su propio saludo de bienvenida a Obama. Bermúdez escribió: ‘Obama, lo entiendo así, ha representado el reconocimiento de una sociedad como la norteamericana, compleja y desarrollada, a los espacios que deben ocupar otro de sus componentes. Baste darle seguimiento a su comportamiento político de los últimos años, a su batalla por una mayor cobertura de seguridad social a los norteamericanos, y de mayor reconocimiento a los inmigrantes. (...) es posible que no se esté de acuerdo con todo lo que ha hecho, pero quién dijo que sería fácil aplicar cambios en un sociedad esencialmente conservadora, orgullosa de su camino recorrido y de los logros alcanzado en esa ruta’.

Para darle mayor contexto que va en la línea de lo que pensaba como tácito, para comprender el lugar en donde está Obama desde que asumió su presidencia, opiné que: ‘Creo que sus intenciones humanas son nobles, pero él es consciente de que hay poderes a lo interno de Estados Unidos más fuertes que el presidente mismo. Si Obama se hubiera radicalizado para poner en marcha cambios más dramáticos para los menos afortunados, o enderezar las políticas torcidas de sus antecesores para con América Latina, por ejemplo, ya no estaría vivo. Ha tenido la oportunidad de hacer lo que el momento y las circunstancias estratégicas le permite’.

No podemos esperar que Obama sea el ‘compañero Barack’; hay que hacer un esfuerzo por entender lo que los poderes reales entendieron: los Estados Unidos estaba listo para elegir un afrodescendiente, eligieran una mujer o un latino dentro de algunos años. Los republicanos tienen un miembro de descendencia hindú con aspiraciones presidenciales: Bobby Jindal, gobernador de Luisiana. Tácito debe ser que la apertura con Cuba es promovida por esos mismos poderes que quieren usufructuar de las oportunidades económicas que ofrece el desarrollo de la Isla.

El presidente Raúl Castro calificó a Obama como un ‘hombre honesto’, eso es mucho decir y debo reconocer que me equivoqué, creo que Obama sí hará un esfuerzo por enderezar sus relaciones con Latinoamérica. Ese será su legado.

COMUNICADOR SOCIAL.

Lo Nuevo
comments powered by Disqus