• 24/09/2015 02:00

Políticas de drogas, un enfoque equilibrado

A nivel mundial, se estima que 246 millones de personas consumieron drogas ilícitas en el año 2013

A nivel mundial, se estima que 246 millones de personas consumieron drogas ilícitas en el año 2013; es decir, una de cada 20 personas con edades comprendidas entre los 15 y 64 años, de acuerdo al Informe Mundial de Drogas de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, UNODC.

Igualmente, el informe indica que uno de cada diez consumidores de drogas es un consumidor problemático; es decir, el consumo le ocasiona problemas de salud, familiares, laborales, sociales y legales. Por otro lado, solo uno de cada seis de estos consumidores tiene acceso a tratamiento.

Ya desde la Convención de Drogas de 1961 se recomienda a los países adoptar medidas que permitan el tratamiento, educación, cuidados, rehabilitación y reintegración social de las personas que usan drogas; es decir, se aboga por un enfoque en la salud y una perspectiva de búsqueda de la recuperación de la personas.

En ese sentido, son muchos los esfuerzos que se han realizado por desarrollar programas de tratamiento basados en evidencia científica, y con respeto a los derechos humanos. No obstante, aunque existen intervenciones, estrategias y metodologías que han demostrado su efectividad, encontramos todavía en muchas latitudes el enfoque punitivo, de exclusión social y de estigmatización hacia las personas que usan drogas.

Además, a través de los años, las políticas relativas al problema de las drogas han destinado mayores recursos para enfrentar el narcotráfico y delitos asociados; mientras que han apoyado con menores recursos el ámbito de la prevención del uso indebido y el tratamiento de los usuarios de drogas.

Sin embargo es importante observar que en los últimos años se están presentando desde diferentes foros, planteamientos sobre la necesidad de un enfoque equilibrado para la atención del problema de las drogas, donde, así como se enfrenta el tráfico de drogas, se elaboren y fortalezcan las políticas dirigidas a la prevención y al tratamiento de las drogodependencias, desde una perspectiva de salud pública.

El que los objetivos de desarrollo sostenible incluyan dentro del objetivo 3, la necesidad de desarrollar programas de prevención y tratamiento por el abuso de drogas y el consumo nocivo del alcohol, refleja la relevancia que los Estados Miembros están dando al tema de drogas desde un enfoque de salud.

De igual manera, la próxima Sesión Especial de la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre el problema de las drogas, a efectuarse en el 2016 en Nueva York, será un momento de especial importancia, donde los países dispondrán de un espacio para evaluar los avances realizados y hacer un análisis detallado de las políticas existentes. La búsqueda de nuevos enfoques para atender el problema procurando nuevas estrategias, será también de obligada referencia.

En la Subregión también se han hecho esfuerzos desde la institucionalidad del Sistema de la Integración Centroamericana, para visualizar la problemática desde un enfoque de salud pública, con el apoyo del Consejo de Ministros de Salud de Centroamérica y República Dominicana y en coordinación con la OEA y las Naciones Unidas.

Para nosotros, el abogar por un enfoque más equilibrado se extiende a las mismas raíces del problema, y busca fortalecer las estrategias de los países de nuestra región en el marco económico y social, fomentando no solo la atención del problema de salud relacionado con las drogas, sino también procura hacer énfasis en el desarrollo sostenible de los pueblos y la erradicación de la pobreza.

En la región de Centroamérica, corresponde hacer un examen minucioso de las políticas existentes, fortalecer las que lo requieran, establecer las que hacen falta, intercambiar experiencias entre los países y fortalecer la cooperación regional en el desarrollo de mejores políticas y buenas prácticas.

Tanto para COMISCA como para UNODC es fundamental que las naciones centroamericanas aborden el problema de las drogas en conjunto, no de manera aislada, para que este esfuerzo incluya la cooperación entre países y la ejecución de planes regionales basados en políticas de drogas con un enfoque integral y equilibrado.

Colaboraron en este artículo de opinión:

*EL DR. JULIO CÉSAR VALDÉS ES SECRETARIO EJECUTIVO DEL CONSEJO DE MINISTROS DE SALUD DE CENTROAMÉRICA (COMISCA). EL SR. AMADO DE ANDRÉS ES REPRESENTANTE REGIONAL PARA CENTROAMÉRICA Y EL CARIBE DE LA OFICINA DE LAS NACIONES UNIDAS CONTRA LA DROGA Y EL DELITO (UNODC) Y LA SRA. MELVA RAMÍREZ ES COORDINADORA DEL EQUIPO DE REDUCCIÓN DE LA DEMANDA DE DROGAS DE LA OFICINA REGIONAL PARA CENTROAMÉRICA Y EL CARIBE DE UNODC.

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