Los candidatos presidenciales acudieron a las urnas para ejercer su derecho al sufragio en horas tempranas de la mañana de este domingo 5 de mayo. El primero...
- 26/03/2016 01:00
¿Es solo una leyenda...?
De todos es conocido aquel rumor que dice que las últimas campañas electorales en Panamá han estado contaminadas con sobornos de grandes corporaciones y hasta por dinero del narcotráfico, riqueza que fue directamente a los bolsillos de políticos inescrupulosos.
Al menos eso cuenta la leyenda.
Si a ello le sumamos la confesión pública de varios políticos del patio, donde han reiterado que les consta esta alarmante noticia, no queda otra alternativa que quitarle el velo de fábula y ver la preocupante realidad, tal y como es: el dinero mal habido ha contaminado la política panameña.
¿Y qué vamos a hacer al respecto?
Muchos panameños no caen en cuenta de lo grave de esta situación y prefieren ignorar el hecho de que si un político llega al poder aupado por dinero sucio, aplica aquello de que ‘Seremos esclavos de quien nos paga '.
Y eso no puede seguir así, porque de otra forma podemos convertirnos en un ‘Estado fallido ' como México, donde hay regiones del país en las que el Gobierno ha perdido injerencia y ahora la ley la imponen pintorescos capos como el famoso Chapo Guzmán.
¿Ese el Panamá que queremos heredarle a nuestros hijos? ¡Claro que no!
Por eso es que este es el mejor momento, durante el debate de las reformas electorales y a varios años de la próxima campaña electoral, para exigir un estricto control sobre el dinero que fluye hacia los partidos políticos durante nuestras kilométricas, demagógicas y aburridas campañas electorales.
Y debemos ir más allá: hay que procurar que el Gobierno actual contrate firmas de auditores para que revisen la ejecución financiera de los actuales contratistas con el Estado, en lo que respecta al manejo y destino final de sus fondos.
Como quien dice: ‘Conozca a su contratista '.
Un supuesto truco usado por los corruptos, es el de aprovechar las licitaciones para no dar información completa o veraz, lo cual causa que los participantes no se atrevan a invertir, hasta que surjan las aclaraciones.
Pero, nunca vienen o la licitación se declara desierta, lo que causa que se vaya a negociación. Entonces, allí asoma su feo rostro la corrupción: ‘Te doy el contrato, si me depositas $10 millones ', por ejemplo. Eso dice la leyenda.
Aunque parezca utópico, erradiquemos de raíz la tentación y evitemos que los políticos corruptos hagan de las suyas, siendo futuras marionetas de oscuros intereses económicos. Y el mejor momento de cortarle las alas, es durante el período de campaña electoral.
Definamos ahora todos los controles, métodos y seguros habidos y por haber, para evitar que el sucio dinero del narcotráfico logre llegar a las ávidas manos de los políticos peseteros.
De esa forma, mandaremos tan oscura leyenda urbana de corrupción y dinero sucio, a la tierra de ‘Nunca Jamás '.
GERENTE DE VENTAS.