• 24/09/2016 02:00

Estiércol de caballo

Todo es sagrado o nada es sagrado. La plena experiencia del carácter trascendente de la vida es como el regreso al hogar

Todo es sagrado o nada es sagrado. La plena experiencia del carácter trascendente de la vida es como el regreso al hogar. Al origen, para recuperar las señas de identidad olvidadas durante el camino.

¿Cómo era tu rostro originario antes de nacer tu padre y tu madre? No puedes responder ‘antes, no era '. No existirías, pero ya eras. Somos y seremos porque nada se crea ni se destruye, todo se transforma. Los católicos, que se suelen asustar ante estas expresiones, lo tienen claro en el prefacio de la misa de difuntos, ‘la vida se transforma, no se pierde '. Y en la carta de san Pedro, ‘sois dioses '. Y en Los Hechos de los Apóstoles , ‘En Él vivimos, nos movemos y somos '. Si somos en Él, no tenemos principio ni fin, más que en la apariencia.

Dogen, en el siglo XIII, regresó de la China en donde había estado durante años visitando a los maestros Chang, culmen del Taoísmo y del Budismo más depurados. Cuando sus compañeros, en Japón, le preguntaron por sus experiencias, se mantuvo en silencio y después respondió ‘Los ojos son horizontales y la nariz vertical '. Así nació el Zen.

Abandonad el abandono, les dijo, sed conscientes de que cada instante es único. Nada vuelve, la gran experiencia está aquí y ahora. Esta es la gran oportunidad porque ahora es siempre, todavía.

Cuando camines, camina; cuando comas, come; cuando te sientes, siéntate; cuando duermas, duerme; cuando goces, goza. No titubees. No hay mañana, solo es una hipótesis. Y ayer, ya pasó.

Aquí y ahora es la síntesis de toda la sabiduría alcanzada a lo largo de la humanidad. Es el Todo pasa de Heráclito y el Carpe diem de Horacio. El gran secreto del shivaísmo de Cachemira, ‘El gran misterio es que no hay misterio '. Como resultó ser la esperanza de los seguidores del New Age , ‘El nuevo paradigma es que no existe paradigma '.

Pues si todo es sagrado, las esteras de paja y el estiércol del caballo también lo son. Y el sudor de tu frente, tu sonrisa y tus lágrimas, el aliento y la palabra, tu saliva y tu semen. Despertar es el mazo que hace sonar el gong. Se trata de manifestar la realidad, no de hablar de ella. Las cosas son como son, e pois, mais nada .

¿Por qué te pones la ropa del sacerdote cuando suena la campana?, pregunta el Maestro, sentado en el suelo y fumándose un narguile o comiendo pipas. ¿Adónde vas que no esté El Todo? ¿En qué templo pretendes encerrarlo? ¿Qué es bueno ni malo sino en la mente del hombre? Hay lágrimas, desasosiego, cansancio, risas y goces. Hay penas y alegrías, como suben y bajan las mareas.

Las olas no son más que formas del mar, apariencias en tu retina.

No es más día el de viento que el soleado, el lluvioso que el nevado. Ni la noche es menos noche porque deje de alumbrar un fuego.

Nosotros, todos y cada uno, despertaremos a la evidencia de que la verdad no puede encontrarse sino en la existencia.

Quien comprende su naturaleza la reconocerá incluso en el fragor del combate.

*PROFESOR EMÉRITO DE LA UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID (UCM). DIRECTOR DEL CENTRO DE COLABORACIONES SOLIDARIAS (CCS). TWITTER: @GARCIAFAJARDOJC.

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