• 30/11/2016 01:03

A 150 kilómetros

‘Tan solo el asunto de dirección, es un reto. ..., durante un seminario a periodistas, un alto ejecutivo de la (ACP) ... Solicitó que indicaran el norte y cada quien orientó el brazo en un sentido diferente'

‘... Y se fue el Otto siempre. Yo hasta que estaba asustado con esa amenaza. Panamá está bendecida por esa parte', decía el conductor del taxi, mientras procuraba mirar a través del vidrio del vehículo en esa tarde lluviosa de noviembre. Había cesado la situación de los días precedentes y la sensación de inquietud bajó su intensidad en la mente de quienes como este hombre habían visto lo cerca que estuvimos de los efectos directos del huracán.

Miedo, espanto, angustia, quizá fueron los sentimientos que apretujaron el cuello de la gente común al conocer que, a 150 kilómetros de la costa caribeña colonense, un sistema ciclónico se desplazaba con rumbo errático y entre las posibilidades, posiblemente se dirigiría al istmo panameño. ¿Qué hubiera sucedido con tal realidad? No por el nivel de preparación de las instituciones concernidas, sino con el comportamiento de la población.

Esta pregunta me la hice en tanto el taxista imaginaba que su pánico se hubiera convertido en un acontecimiento sin precedentes. Mientras, vinieron a mis recuerdos las prácticas acostumbradas en la época escolar de desalojo de las aulas y edificios que albergaban colegios, ministerios e instituciones y que contribuían a enfrentar los conatos de desastre.

Umberto Eco en su libro póstumo De la estupidez a la locura. Crónica para el futuro que nos espera, plantea que ‘... no solo los individuos, sino la sociedad misma, viven de un proceso de precarización'. Asombra a estas alturas del desarrollo, que aún no se domine aquí una fórmula, si cabe el término para que las diferentes comunidades del país cuenten con un instrumento de organización adecuada y minimizar los efectos de tales contingencias.

Existen protocolos para aplicar en estos casos y ante el pasado incremento de vientos y lluvias, se pudo apreciar que inmediatamente se contó con apoyo logístico para reducir los impactos del siniestro. Se trata de otra dimensión del problema, relacionada con la capacidad de la población para responder de forma organizada ante estados de crisis, provocados por fuerzas incontrolables de la naturaleza y otros fenómenos.

¿Qué tiempo toma desalojar un edificio ministerial o centro educativo? ¿A dónde y cómo se trasladarían los pacientes de los centros hospitalarios en caso de un derrumbe u otro tipo de catástrofe? ¿Cómo desafiar un percance generalizado si se está en un ascensor, Metrobús o en el subterráneo del metro? ¿Cuál es la diferencia entre miedo y cautela? ¿Hacia dónde debe encaminarse la gente en caso de una situación de emergencia por desastre natural?

Tan solo el asunto de dirección, es un reto. Hace unos días, durante un seminario a periodistas, un alto ejecutivo de la Autoridad del Canal de Panamá (ACP) hizo un ejercicio con los comunicadores y les pidió cerrar los ojos, levantar la mano y luego atender una orden. Solicitó que indicaran el norte y cada quien orientó el brazo en un sentido diferente. Esto demuestra el poco conocimiento que la población tiene sobre los puntos cardinales.

Hay una supuesta amenaza al norte o al sur del territorio. ¿Qué orientación tiene esta inminencia y cómo actuar? Es necesario crear modelos de actuación ciudadana hacia cualquier tipo de conflicto o eventualidad que ponga en riesgo la tranquilidad. ¿Cuáles son las ciudades más vulnerables? Debemos partir con las definiciones; ¿cuál es la diferencia entre una tormenta, un huracán y una depresión tropical? Por ejemplo.

De igual manera, se requieren medidas prácticas de abandono y alejamiento rápido y ordenado desde diferentes tipos de infraestructuras. Además, las formas de desplazamiento hacia sitios seguros como estadios y gimnasios sin aglomeraciones tumultuosas y los tranques de un viernes de ‘quincena'.

Estamos ante un escenario que requiere de organizar la acción y superar el temor generalizado de aquel hombre en el taxi. Aún estamos a tiempo.

PERIODISTA Y DOCENTE UNIVERSITARIO.

Lo Nuevo
comments powered by Disqus