• 20/12/2016 01:02

Si no te respetas, nadie lo hará

‘... la Asamblea perdió una vez más una oportunidad de limpiar su cara y disipar el desprestigio que ha consolidado por años'

Desde que se anunció la salida del magistrado Erasmo Pinilla, luego de ocupar dos décadas en el puesto, se desencadenó todo tipo de conjeturas, entre ellas que se quedaría en el cargo por un tercer periodo, convirtiéndolo en un ciudadano afortunado.

Sin embargo, la presión pública y las voces críticas disiparon esa posibilidad, obligando a la Asamblea a convocar a los interesados para ocupar esa posición, ya que en esta ocasión, tal cual estipula el Artículo 142 de nuestra Constitución Política, le toca a ella la designación.

De esta manera, se abrió el periodo de postulaciones donde muchos aspirantes, miembros de partidos políticos algunos y otros no, vieron la posibilidad legítima de participar y aspirar a ese alto cargo público.

En el caso de los que eran miembros de los colectivos políticos, se vieron obligados a renunciar a ellos para cumplir con los requisitos requeridos y evitar que sus fallos sean cuestionados por su afinidad política.

Así surgen las candidaturas de 25 candidatos para magistrado y 14 para magistrado suplente, obligando a cada uno a efectuar una exposición ante la Comisión de Credenciales de la Asamblea por 10 minutos cada uno, para hacer pública la visión de esta Corporación encargada de garantizar la libertad, honradez y eficacia del sufragio popular. Luego de esta primera ronda de eliminatoria empezaron a aparecer los nombres de figuras que tenían el respaldo supuestamente del PRD y del panameñismo.

Para finales de octubre, el PRD emitió un comunicado exteriorizando su apoyo a la figura del abogado Raúl Rodríguez, mientras que el panameñismo hizo lo propio con el abogado Alfredo Juncá.

El 31 de octubre, fecha en que se tenía previsto oficializar el nombre del reemplazo del magistrado Erasmo Pinilla, el PRD anuncia que se irían hasta la primera semana de enero de 2017, ya que acaban de terminar una contienda interna y que las nuevas autoridades desean reevaluar las figuras para magistrado.

Hace menos de una semana, el mismo colectivo que respaldó a Raúl Rodríguez, le quita el respaldo y hace público su apoyo a la abogada Yara Campos, también de una hoja de vida ejemplar.

Respeto la voluntad de los diputados por ser electos por el Pueblo; sin embargo, tratándose de la elección de un magistrado(a) del Tribunal Electoral, y tomando en cuenta que los participantes son destacados profesionales del foro con amplia solvencia profesional, y personal, considero que la voluntad de apoyar a uno o al otro debe hacerse el día en que se haga la elección del ciudadano que deberá ser garante de manera colegiada de la democracia de nuestro país.

Polarizar la decisión semanas previas, me parece un abierto irrespeto para con quienes presentaron sus hojas de vida para aspirar al alto cargo de magistrado o magistrada del Tribunal Electoral.

Hacerlo de la forma en que se hace en este momento, confirma que todo aquél que quiera hacer Patria, lo único que hará siempre será legitimar la voluntad política.

Siento que la Asamblea perdió una vez más una oportunidad de limpiar su cara y disipar el desprestigio que ha consolidado por años. La sociedad panameña los observa y créanme que no olvida.

Esta triste y desafortunada práctica se acabará cuando cada vez menos personas acudan a esos llamados, y los únicos que acudan sean a quienes realmente ellos quieren, y quienes serán finalmente los elegidos.

A nadie le gusta ser utilizado, y menos cuando las posibilidades de ser considerados son remotas, pues el número ganador no fue repartido.

Debemos ver con seriedad este tema, y no con la polarización política, quienes acudieron al llamado tienen todo el derecho de hacer Patria.

ABOGADO Y COMUNICADOR SOCIAL.

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