Crímenes contra el ambiente sin castigo

En medio de la algarabía y el jolgorio propio de los carnavales, sale a relucir que en tan solo cuatro días, se han registrado 100 incendios de masa vegetal. La mayoría tienen como denominador la intervención de la mano del hombre. Algunos causados por un cigarro encendido que un conductor lanzó desde un auto en marcha, una fogata que no fue apagada de manera oportuna o un incidente que generó la perdida de control de una quema motivada por nuestros campesinos. Todos hechos que pudieron ser evitados y sobre los cuales las autoridades no toman las acciones coercitivas que lleven a los ciudadanos a cambiar de actitud. Definitivamente, sino lo hacen por voluntad propia, hay que aplicar las sanciones que están dispuestas en las normas que rigen la materia. Estamos acabando con el ambiente y las autoridades siguen impávidas.