• 22/12/2017 01:00

Un partido roncón que desafina

Un partido que cuando el brillo de las elecciones se apaga, paralelamente se desvanece frente al calor de las conciencias justas 

El Partido Alianza es un colectivo roncón, que desafina en materia de política. Un partido tumultuoso, con una membresía que se puede contar con un ábaco.

Una agrupación circuital y electorera, que nace a la sombra de dirigentes politiqueros arraigados al protagonismo público, pero sin identidad, ideología políticas ni principios de lealtad.

Ilustres politiqueros con un historial con techos de vidrios, para los que el desarrollo camina detrás de los intereses personales y económicos.

Un partido familiar, donde el patriarca domina con autoridad y las decisiones nacen y se orquestan a la luz de una lámpara de querosín.

Un partido que cuando el brillo de las elecciones se apaga, paralelamente se desvanece frente al calor de las conciencias justas.

Con José Muñoz se aplica a cabalidad aquel adagio: ‘Más sabe el diablo por viejo que por diablo'. Muñoz se las sabe todas. O al menos la estrategia política de brincar de un colectivo a otro sin morir en el intento, la domina con maestría.

Alianza es un partido, sin rumbo fijo, movido por cualquier viento político.

Un partido ‘crisol de razas políticas'.

Un partido que hoy ama a Martinelli, a Varela y hasta a Pedro Miguel con vehemencia, pero mañana negarán la fuerza de ese amor, antes que el gallo cante tres veces, con la dulzura de un niño que balbucea.

Panamá necesita partidos políticos que no mientan, que no engañen, con visión de futuro.

Partidos que no se vendan ante los ofrecimientos económicos de nadie, que lleguen al Gobierno a servir y no a servirse de él.

Partidos políticos comprometidos, con la honestidad y la transparencia, que no naufraguen frente al mar de la tiranía y que defiendan los intereses del pueblo.

Ya basta de partidos en modo ‘Club Social', donde ‘la rumba, los tragos y el clientelismo político' estén consignados en los estatutos.

Nada personal me mueve a escribir esta perorata, que provocará ronchas, que exaltará los ánimos y generará odios viscerales entre los miembros de un colectivo del tamaño de un Picanto.

Hagamos un alto y no botemos el voto en mayo del 2019.

Panamá necesita de políticos de una sola pieza, con años de servicio y con millas de vuelo.

Políticos que le rindan culto a la honestidad, que respeten el erario y por sobre todas las cosas que amen a Panamá. Un país herido de muerte desde el ayer hasta nuestros días, por ‘amantes de lo ajeno', como el inolvidable pirata Morgan.

PERIODISTA

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