• 05/02/2018 01:03

Humanidad y poesía

Una conocida comentadora de la realidad nacional hace alusión a la importancia de la poesía en su intento por reforzar una idea

Es un tanto difícil atender todos los temas que se dan en el marco de siete días. Muchos colegas recurren a las redes sociales, para ofrecer sus opiniones y sus aportes. Pero este espacio ofrece algunas ventajas: no tiene la volatilidad que tienen los tuits, en donde rápidamente se pasa de un tema a otro y algunas discusiones e intercambios interesantes quedan inconclusos, o se pierde el hilo de aportes significativos por la distracción que otro evento provoca a veces de forma repentina. Aquí, quedan como referencia por mucho tiempo en los diarios impresos y se pueden consultar cuantas veces sea necesario mediante búsquedas en los medios electrónicos.

Una conocida comentadora de la realidad nacional hace alusión a la importancia de la poesía en su intento por reforzar una idea. Su glosa no gustó y no parecía inclinarse para bien de la poesía (aquí dejo espacio para las correcciones en cuanto a los motivos de la periodista). Entre cientos de comentarios, el profesor y sociólogo Enoch Adames, sobre este asunto, consideró en Twitter que: ‘La sociedad panameña tiene limitaciones culturales. No obstante, había límites. La chabacanería era propia primordialmente, de sectores lumpenizados. Pero que se haya dicho que la poesía en la escuela es un contenido inútil, rompió el molde. La posverdad llegó al país'. A lo que agregué: ‘Es el concepto empresarial de que la actividad que no produce dinero, es inútil. Entonces, la educación es para ser empresarios en el mejor de los casos, sino técnicos para apoyar el ‘progreso' y el crecimiento económico. Los poetas, intelectuales y artistas no sirven para eso'.

Ya antes había tocado el tema de la poesía, desde otra perspectiva, que le serviría a muchos considerar en el mundo de los negocios y el mundo empresarial criollo. Hace algunos años, resalté la labor que efectúa David Whyte, autor y poeta, por impulsar una conducta entre los ejecutivos de empresas tales como Astra-Zeneca, Boeing y CitiGroup, entre algunas muy importantes alrededor del mundo, para que redefinieran su proceso de comunicación y mantener conversaciones con los empleados a través de un instrumento inusual para la mayoría de ellos: la poesía. Whyte es autor del libro ‘The Heart Aroused: Poetry and the Preservation of the Soul in Corporate America' que traducido sería algo así como: ‘El corazón despierto: la poesía y la preservación del alma en las empresas de América'.

Para este ambiente que se mueve a velocidades extraordinarias, y para algunos en el mundo corporativo que buscan —ante todo— la creación de riquezas exorbitantes para el provecho y beneficio de muy pocos, la introducción de expresiones literarias y poéticas en su cotidianidad puede tener el efecto que muy bien señala Whyte: ‘trasformar su lenguaje tecnócrata y el efecto del mismo en un léxico que rediseña sus metas y objetivos en conductas que buscan el bien común y el mejoramiento de las condiciones sociales para las futuras generaciones'. Para que un país sea verdaderamente de primer mundo, la relevancia que le dé a las artes es determinante, especialmente a la poesía en todos los quehaceres de desarrollo humano.

Insisto: cada cierto tiempo el ser humano, con todas las oportunidades que tiene, debe trabajar afanosamente por trascender. Por lo menos hacer el intento. Ese esfuerzo, muchas veces individual o como colectivo, a lo largo de la historia humana, es lo que nos ha permitido estar aquí hoy. Grupos y generaciones enteras vieron a sus hijos dar la vida para legarnos este tiempo; contribuyeron con esfuerzos hasta infrahumanos, renunciando a sus comodidades y sus deseos individuales… y de esos sacrificios se ha escrito mucha poesía, mucha literatura, muchos eventos que valen la pena memorizar y resaltar para que no volvamos a ser presas de la ignorancia ciega e inhumana.

No vamos por buen camino y los medios masivos de comunicación están alterando el orden social de una manera ruin y peligrosa, mucho más que un poema memorizado, por los benditos ratings. Sus productores y los empresarios que pautan su publicidad en ellos, y todos, tenemos la obligación con las futuras generaciones —tus hijos y los míos—, de trabajar para promover la especie hacia mejores modelos sociales; de impulsar y respetar nuestra diversidad y exaltar nuestras mejores cualidades. Más nos vale tomar en cuenta las artes, apoyarnos en el mundo mágico, íntimo y esperanzador de la poesía.

COMUNICADOR SOCIAL.

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