• 11/12/2018 01:02

El HST en la historia de la ciudad de Panamá

La ciudad de Panamá se prepara para conmemorar los 500 años de fundación, un evento de gran importancia para reflexionar sobre su desarrollo

La ciudad de Panamá se prepara para conmemorar los 500 años de fundación, un evento de gran importancia para reflexionar sobre su desarrollo desde los aspectos históricos, culturales, económicos y políticos. Esta conmemoración no solo es propicia para debatir sobre el futuro de la ciudad de Panamá, sino que, además, nos debe llevar a desarrollar un plan urbano de todas las ciudades del país. Son muchos los retos de nuestras ciudades, desde el tema de gestión de los residuos orgánicos, movilidad urbana, vivienda, salud, seguridad ciudadana, aplicación de las TIC, entre otros temas que necesitan desarrollarse para una buena calidad de vida de los ciudadanos y definir cuál es la ciudad que queremos.

En este a 2019 que está próximo a iniciar se hablará de fechas históricas, ciudadanos ilustres, sitios emblemáticos de la ciudad. Uno de esos lugares iconos lo es la sede del Hospital Santo Tomás (HST), conocido por muchos como el Hospital del Pueblo o el Elefante Blanco, como sitio que forma parte del Patrimonio de la Nación.

Los hospitales, dando una definición básica, son lugares destinados para la atención de las enfermedades de los ciudadanos, donde se les proporciona un diagnóstico que puede ser de laboratorio, clínico, y darle el tratamiento necesario para sanarles su dolencia. La palabra ‘hospital' etimológicamente proviene del latín ‘hospitale', que es referente a huésped, hospitalidad. Los hospitales surgieron con la finalidad de dar acogida, refugio a enfermos y peregrinos durante la Edad Media, teniendo un origen de carácter religioso, lo cual, con la llegada de los europeos a América, se convirtió también en una institución de la América Colonial.

En nuestra ciudad de Panamá, de acuerdo a la historia del HST (descrita en su página web), la primera mención escrita que se tiene del nosocomio data del 11 de abril de 1703, en una carta escrita por Juan Argüelles, obispo de la ciudad, para el rey Felipe V de España, donde le contaba acerca de una residencia para enfermos desahuciados que fundó y que había estado funcionado desde el día de santo Tomás de Villanueva, el 22 de septiembre de 1702, para atender a las mujeres pobres que no tenían lugar para ir. En 1819 iniciaron la construcción de las nuevas instalaciones para reemplazar el antiguo hospital, el cual fue construido en la avenida B.

Cuando el presidente Belisario Porras ideó construir una nueva sede del HST, frente a la avenida Balboa, el mismo se encontraba ubicado entre calle 15 y calle 17 - Oeste, muy cerca del cementerio Amador, según el historiador Manuel Octavio Sisnett, en su libro Belisario Porras o La Vocación de la Nacionalidad. Sisnett cita en este libro biográfico del presidente Belisario Porras cómo surge la idea de construir un nuevo Hospital Santo Tomás.

El hecho que da pie al traslado y construcción del nuevo nosocomio en su lugar actual, está relacionado con las fiestas de santa Librada en la ciudad de Las Tablas, y su tradicional corrida de toros, donde uno de los presentes salvó la vida de una anciana, pero quedó con las piernas fracturas. Este señor, conocido como Toto, era amigo del presidente Porras, quien, al verlo doliente, le recomienda viajar a la ciudad de Panamá y atenderse en el HST. Propuesta que fue negada por Toto, quien le contestó así al presidente Porras: ‘Imposible mi dotol, yo no iré a su hospital que es a mí vel la puerta de entrada al cementerio de la ciudad. Déjeme moril aquí'.

En ese momento el HST se encontraba en un estado de abandono, ruinoso en una situación precaria, así lo describe el propio Dr. Porras, quien luego de este hecho decide ver las condiciones del mismo. El tranvía que existía en aquel tiempo en la ciudad de Panamá le daba la vuelta en su puerta de entrada en la calle 16 Oeste, una de las áreas más bulliciosas por los vendedores ambulantes y calles polvorientas y lo peor era que el tránsito de los cortejos fúnebres era el paso obligado, ya sea por calle 17 o por la calle B.

Así el primero de septiembre de 1924 se inaugura el nuevo edificio en su ubicación actual, una obra que tomó seis años en construirse, cuyo costo fue de aproximadamente tres (3) millones de balboas, su estructura diseñada por el arquitecto francés James E. Wright.

La construcción del HST recibió muchas críticas de quienes se oponían a la gestión del presidente Belisario Porras, pero su proyecto siguió en marcha como una obra necesaria, pensando en el futuro de la ciudad y del país, porque, además de ser un nosocomio, fue construido como una obra para embellecer la ciudad, y el tiempo le dio la razón.

La historia sobre la construcción del HST forma parte de nuestra identidad nacional, pero además nos deja un mensaje... que es necesario hacer las transformaciones y cambios en la vida cotidiana de la ciudad, que habrá quienes se opongan porque no tiene visión de futuro, pero que al final del camino el tiempo le da la razón a quienes asumen los retos de construir una mejor ciudad. Y como expresa George Bernard Shaw: ‘El progreso es imposible sin cambios, y aquellos que no pueden cambiar sus mentes, no pueden cambiar nada'.

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