• 26/04/2019 02:02

Distribución de la riqueza, tema ausente en las propuestas electorales

‘El crecimiento económico no es suficiente. Hemos experimentado altas tasas de crecimiento con bajo desempleo, pero la concentración del ingreso ha aumentado. Se requieren políticas económicas dirigidas a enfrentar el problema'

Somos testigos de un torneo electoral que para nada se diferencia de los anteriores. Los supuestos debates terminan en foros, los gremios empresariales y los medios de comunicación actuando como uno solo, determinan qué se discute y qué no, y están las listas de supermercado de promesas y más promesas, sin que se diga cómo se financiarán.

Seis de las siete candidaturas no le dan importancia a la distribución de la riqueza, aunque en el discurso dicen estar preocupados por la desigualdad social. El crecimiento económico no es suficiente. Hemos experimentado altas tasas de crecimiento con bajo desempleo, pero la concentración del ingreso ha aumentado. Se requieren políticas económicas dirigidas a enfrentar el problema. Pero cualquier política que se recomiende debe decirse cómo se va a financiar. La lista de ‘ofertas' de las candidaturas la encabeza la promesa de pago de más de 1000 millones a los proveedores, rebaja de los impuestos a las empresas, un Gobierno más pequeño (despedir trabajadores), el 6 % para educación, aumento del subsidio a 150 balboas a los 65 años, hacer hospitales, escuelas, carreteras, infraestructuras, nuevas líneas del metro, y así sigue la lista. Pero, ¿cómo la van a financiar? ¿Con más deuda? Esto ya tiene límites. La deuda nos aumenta sin que recibamos dinero, porque no podemos pagar los intereses, los cuales se nos convierten en deuda. Los ingresos corrientes del Gobierno han aumentado un promedio de 400 millones de balboas anuales en el último quinquenio. Pero además dicen que bajarán los impuestos. Solo cumplir con el 6 % supone un aumento del gasto de 1700 millones de balboas; el pago a los proveedores son otros 1000. Nos están mintiendo una vez más. Son todos engaños.

Veamos los hechos. Panamá ocupa el sexto lugar en el mundo con la peor distribución del ingreso, y el segundo más desigual de América Latina, según el BID. El 65 % de los trabajadores gana menos de 800 balboas al mes, el 35 % gana menos de 600 balboas. El 47 % son trabajadores informales, con baja calidad ingreso. De la riqueza creada todos los años en el país (PIB), una proporción cada vez menor va a los salarios de los trabajadores y una mayor parte a las ganancias. En el 2006 los salarios representaban el 33 %, en el 2017 era 25 %. Debido al aumento del desempleo se estima que el porcentaje ha disminuido aún más. Las ganancias correspondían a 38 % en 2006 y a 56 % en 2017, concentrándose en los 115 multimillonarios. De esta desigualdad no hablan seis de las candidaturas a la Presidencia, y menos aún de cómo atacarla.

El FAD es el único partido que en su Plan de Gobierno sí hace énfasis en la distribución de la riqueza, y propone medidas específicas para lograrlo. 1- Atacar la evasión fiscal, la cual se estima en más de 4000 millones de balboas; 2- cancelar partidas innecesarias a los diputados, la discrecional del presidente y desaparecer el despacho de la ‘primera dama', así como todo aquel gasto innecesario (celulares, automóviles, combustibles, dietas, regalos y similares); 3- rebajar el sueldo a los altos funcionarios y con ello aumentar salarios a los de más bajos ingresos. Actualmente, el 40 % de los sueldos corresponde al 12 % de los trabajadores del sector público, que son los de altos ingresos. La mayoría de los servidores públicos gana menos de 800 balboas al mes; 4- redistribuir el gasto público, priorizando el gasto social, en educación, salud, vivienda y agua potable; 5- modificar el impuesto sobre la renta por una tasa progresiva; el que más gana más paga, haciendo énfasis en el tramo de mayores ingresos. Nos referimos a los 115 multimillonarios que son quienes acaparan la mayor parte de la riqueza del país. A la pequeña y mediana empresa se le dará un trato preferencial diferenciado, para estimular su desarrollo y la creación de empleo, Hoy día las empresas pagan menos impuestos que los trabajadores; 6- aumento general de sueldos. El costo de la vida aumenta no solo para quienes reciben salario mínimo, sino para todos los trabajadores. Desde 1982 no se hace un aumento general de sueldos; 7- fortalecer el control de precios. Rebaja de los precios de los alimentos y medicamentos, y congelarlos, y reducir la cadena de intermediarios, permitiendo que el productor reciba un mejor precio de manera directa (mercados municipales, por ejemplo) y mediante la compra de su cosecha por el Estado; 8- hacer énfasis en la producción agropecuaria, agroindustrial e industrial, sectores generadores de empleos, garantizando salarios justos y la contribución a la CSS; y, 9- fortalecer la legislación y la estructura judicial ambiental, dirigida hacia un desarrollo sostenible, atacando las emisiones de gases de efecto invernadero que recalientan el planeta. Todo proyecto contrario a este principio de garantía de regeneración de recursos para las generaciones futuras, será detenido, anteponiendo la seguridad de la vida humana a cualquier otra idea de seguridad.

PROFESOR DE LA UP Y MIEMBRO DE LA DIRECCIÓN NACIONAL DEL FAD.

‘Seis de las siete candidaturas no le dan importancia a la distribución de la riqueza, aunque en el discurso dicen estar preocupados por la desigualdad social'

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