• 06/04/2020 00:00

Coronavirus, corrupción y educación

A simple vista los nombres entre sí no generan similitud alguna, pero tienen muchísimo entre sí. Los tres se han convertido en pandemia.

A simple vista los nombres entre sí no generan similitud alguna, pero tienen muchísimo entre sí. Los tres se han convertido en pandemia. En grandes pandemias, en el caso de Panamá. El coronavirus ha puesto de manifiesto el gran personal médico y científico con el que cuenta Panamá. El gran esfuerzo que todos los que trabajan en el Sector Salud están dispuestos a dar por su país en términos de dedicación y sacrificio. Ese trabajo se completa con el denodado desprendimiento demostrado por nuestra Fuerza Pública en el cumplimiento de las órdenes ejecutivas de mantenernos todos en casa en cuarentena, sumado al ya gran trabajo que tienen de reprimir y controlar la delincuencia.

La historia ha demostrado que cuando se cumplen las cuarentenas los efectos de la crisis se desvanecen más rápidamente y la recuperación posterior se hace más llevadera. No nos gusta, quizás, pero las medidas impuestas están dando resultados.

En el camino de esta crisis ha salido a la superficie otra de las pandemias que nos azotan, la corrupción. Se han producido actos deleznables en aquellos que quieren hacer su feria con lo que el Gobierno da a la población en términos de ayuda solidaria, aprovechándose de sus enlaces políticos, ha habido diputados que han violado las normas de la cuarentena sacando ventaja de su estatus de intocables. Eso debe acabarse y la única forma de hacerlo es aplicándoles la Ley con la mayor severidad posible. En una crisis no se puede estar jugando al beneficio político y al no dar el ejemplo que como autoridad están obligados.

Ello conlleva que, a partir de ahora, la clase política, Ejecutivo y Asamblea, no puede darle la espalda a la salud cuando de sus presupuestos se refiere, debemos invertir más en salud, en lo científico, en lo innovador. Así como estamos dando lecciones a otros países de cómo manejar la crisis, podemos ser ejemplo en muchas áreas más. Está requeteprobado el gran talento humano que posee Panamá, en muchas oportunidades desaprovechado por el egoísmo de los Gobiernos de turno.

Se hace impostergable que, bajando al mínimo lo que se le otorga a la Asamblea Nacional y a otras entidades politizadas, se vuelquen los recursos necesarios al Instituto Gorgas y a las universidades de Panamá y Tecnológica para que inviertan en investigaciones científicas.

Así como hemos enfrentado con tanto coraje y profesionalismo la pandemia del COVID 19, una vez pasada la crisis debemos afrontar la otra pandemia que opaca el desarrollo nacional, la educación. No podemos seguir fomentando la existencia de dos Panamás en materia de educación. Todos los panameños deben tener las mismas oportunidades. Después de la tempestad viene la calma y en ella debemos responsablemente aceptar que la educación debe ser la siguiente prioridad nacional.

Una educación despolitizada, donde en su solución participen todos los sectores involucrados. Una educación hacia el futuro, que descarte los modelos anquilosados de la enseñanza del pasado y los enmarque por los de la tecnología que tantos frutos están dando en otros países. Muchos entes internacionales nos ayudarían en ese propósito.

Señor presidente Cortizo: Lo está haciendo muy bien. Lo único que le pedimos es que continúe en ese trabajo contra el COVID-19 y contra la corrupción y le dé la mano a la educación. El país merece nuevos rumbos. No quedemos en el impulso del COVID-19, aprovechemos con el mismo impulso a darle fin a la corrupción y a mejorar la educación.

Abogado
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