• 28/08/2020 00:00

Los problemas que se tienen para la obtención de las vacunas

La inmensa mayoría de los ciudadanos está pendiente del anuncio que hagan los laboratorios sobre la fecha en que pondrán al servicio de los países las vacunas contra la COVID-19, que prácticamente tienen listas.

La inmensa mayoría de los ciudadanos está pendiente del anuncio que hagan los laboratorios sobre la fecha en que pondrán al servicio de los países las vacunas contra la COVID-19, que prácticamente tienen listas.

Eso me trae a la mente las necesidades que tuvo Panamá en 1956 de obtener una vacuna. Esta era para combatir la poliomielitis que estaba haciendo estragos en nuestro país, principalmente afectando a la niñez.

En los EE. UU., había descubierto en esos días, el Dr. Jonas Salk, una milagrosa vacuna que daba amplia protección en la lucha contra el polio. Los laboratorios, en esa época, solo podían producir la vacuna en forma muy limitada. Los EE. UU., lógicamente, le estaban dando preferencia a sus conciudadanos.

En Panamá, el presidente Ricardo Arias Espinosa, ante el número creciente de víctimas del polio, llamado también “parálisis infantil”, por atacar mayormente a los menores de edad, decidió enviar a su señora esposa, doña Olga de Arias, presidiendo una comisión dirigida a Washington para lograr conseguir la vacuna para nuestro país. En esa comisión se me incluyó y la primera dama panameña inmediatamente me pidió que sirviera como su asesor personal. Lo cual, por supuesto, hice y me puse a su entera disposición.

Para sorpresa de todos, por razones inexplicables, nuestra misión diplomática no informó al Departamento de Estado de los EE. UU. la presencia de nuestra primera dama. Pasaron unos tres días, sin que ninguna autoridad de ese país tuviera algún acercamiento con la esposa del presidente panameño. En el avión en que viajamos iba también, por casualidad, el director de Salud de la antigua Zona del Canal. Yo lo conocía muy bien y era buen amigo de nuestro país. Pasaron unos días y ante la situación en que nos encontrábamos, invité a cenar al funcionario norteamericano, que ejercía sus funciones en la antigua Zona del Canal. Le expliqué, con mucho disgusto, lo que estaba sucediendo. Él me aseguró que al día siguiente llamaría a su buen amigo el Dr. Snyder, médico personal del presidente Eisenhower. Efectivamente lo hizo y comenzaron a llegar flores para la señora de Arias y el secretario de Salud de los EE. UU. la invitó a que fuera a conversar con él de los problemas que la habían llevado a Washington. Lamentablemente, en ese momento, no pudo obtener la vacuna por la poca producción que tenían de ellas los laboratorios. Al día siguiente, la invitó a un té en la Casa Blanca la señora de Eisenhower. Doña Olga de Arias le dijo que ella había ido hasta allá en busca de la vacuna. Que, por favor, le consiguiera con su esposo una entrevista. Al día siguiente, fue invitada por el presidente para que se reuniera con él. Después de explicarle todas las razones de su viaje (siempre asesorada por mí), logró una orden presidencial para que se le diera a nuestro país la vacuna. La trajimos a Panamá y es bueno destacar que ni ella ni ningún miembro de la delegación nos vacunamos, la pusimos a disposición del pueblo. Ella, en agradecimiento a mi asesoramiento, me regaló un par de bellas mancuernas, que las conservo por el cariño y respeto en recuerdo a una gran dama.

En la comisión estaba también incluido Pedro “Pico” Díaz, quien era secretario de Prensa del presidente Ricardo Arias Espinosa y se había relacionado muy bien con Jim Haggerthy, secretario de Prensa del presidente Eisenhower, quien asistía a la reunión de presidentes americanos celebrada en Panamá (el único mandatario que no asistió fue el general Gustavo Rojas Pinilla, dictador colombiano), lo cual nos permitió, llevados por él mismo, a un recorrido por toda la Casa Blanca y asistir a una conferencia de Prensa del presidente Eisenhower.

Para tranquilidad del panameño, el Gobierno del presidente Cortizo ha establecido negociaciones formales con distintos laboratorios, por lo cual se le debe hacer más fácil a Panamá obtener la vacuna contra la COVID-19 que está adelantada. Se habla inclusive de que Panamá puede ser un centro de distribución de la vacuna para distintos países que también la necesitan.

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