• 16/01/2021 00:00

Señor ministro: es hora de cambiar de estrategia

“Llegó el momento de que el Gobierno acepte que ha fracasado, descentralice la gestión comunitaria de la pandemia y permita que otros actores participen […]. El momento de cambiar de estrategia llegó y no puede esperar más”

En la vida hay que cambiar de estrategias continuamente, si queremos alcanzar nuestros objetivos. Ya lo dijo Albert Einstein: “No pretendas que las cosas cambien si siempre haces lo mismo”. Es lo que debemos hacer para afrontar la pandemia de la COVID-19 que acecha nuestro país desde hace 10 meses.

Cada sector del país ve la pandemia desde su perspectiva: los médicos piden cuarentenas; los empresarios piden la apertura de las empresas; los gremios de trabajadores, el retorno de la fuerza laboral. ¿Quién tiene la razón? ¡Pues, todos! No puede haber empresa sin salud, pero tampoco salud sin ingresos, ni trabajo sin empresas. La solución no es fácil, pero se debe contemplar un balance entre lo económico, lo sanitario y lo social. Lo que sí sabemos es que las estrategias que se han implementado hasta el momento no están dando los resultados previstos. Los números de contagios y muertes lo demuestran.

Sabemos que el número de casos no va a disminuir contando los casos, contratando más médicos, ni preparando más camas en los hospitales. El problema del contagio está en nuestras comunidades; de allí salen los enfermos. La clave para frenar la pandemia está en el trabajo comunitario del personal de salud pública. Debemos entonces revisar cómo mejorar el trabajo comunitario y corregir el rumbo.

Una de las herramientas fundamentales para el control de la infección es el rastreo de los casos y contactos, lo que abarca cuatro pasos: investigación del caso; rastreo de los contactos; apoyo a los casos y contactos; cuarentena de los contactos y aislamiento del enfermo. El Gobierno no se da abasto con la cantidad de enfermos y los contactos de estos, por lo que es momento de unir esfuerzos con la sociedad civil organizada, las empresas y gremios de trabajadores, para afrontar el reto de la pandemia. Esta estrategia se ha implementado con éxito en otros países con grupos de voluntarios y programas bien estructurados.

El esfuerzo de rastreo de casos y contactos no se puede basar únicamente en la cantidad de pruebas que se hacen. Hay que contener los focos de infección poniendo en cuarentena a los contactos y aislando a los enfermos. La población en general no está educada sobre cómo manejar la pandemia en sus hogares y sitios de trabajo. ¿Cómo me convierto en un contacto? ¿Cuántos días es el periodo infeccioso en el cual me puedo contagiar? ¿En cuántos días me debo hacer la prueba para no obtener un falso negativo? Muchas personas no pueden contestar a estas y muchas otras preguntas. Es responsabilidad de las autoridades de salud informar a la comunidad para que se integre al esfuerzo de contener la pandemia. Debemos avanzar en las campañas educativas y dejar de insistir solo en no hacer “parkings”, usar mascarillas y mantener distanciamiento; eso ya lo sabemos.

Si seguimos con los cierres y cuarentenas, la economía de nuestro país va a llegar a un punto en que la recuperación tomará años. No se puede iniciar la recuperación económica si hay incertidumbre de si va a venir otro cierre o no; si hay que reingresar a los trabajadores o no; si se van a implementar nuevas medidas que traerán costos adicionales -las empresas simplemente no trabajan así. Por otro lado, si los resultados de las pruebas de la COVID-19 demoran varios días en entregarse y el rastreo de contactos y cuarentenas de los contactos se atrasan semanas, la propagación seguirá en aumento. Es difícil mantenerse en cuarentena sin tener ingresos y sin recibir alimentos. Tampoco se puede aislar un caso si no hay espacio en la residencia. Todos estos aspectos son parte del manejo comunitario.

Llegó el momento de que el Gobierno acepte que ha fracasado, descentralice la gestión comunitaria de la pandemia y permita que otros actores participen en la logística de distribución de alimentos y medicamentos; en el rastreo y apoyo a los casos y contactos; en el transporte de los trabajadores para bajar la conglomeración; y en todas las medidas que se requieran. El momento de cambiar de estrategia llegó y no puede esperar más.

Ingeniero especialista en Higiene ambiental y Control de infecciones.
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