• 12/11/2021 00:00

Consideraciones financieras para negociar con la minera

“[…] Panamá debe clasificar la Minería como empresa; mas, ejecutando procesos intensos de control y proyección de ingresos y gastos”

Semanas atrás, el Gobierno mostraba satisfacción suficiente en la negociación minera, incrementando regalías, del 2 % al 5 %. Luego, Marcel Salamín sugería distribución de los ingresos mineros (de montos multibillonarios) 48 % Estado, 48 % minera, 2 %, para los trabajadores.

Su inquietud es evitar las manipulaciones contables, que redujeran los beneficios para el Estado.

Por simplicidad y viabilidad (sin obviar regalías), sugerimos la siguiente variante en el enfoque de negociación financiera.

Considerar la Minera como una empresa convencional con un control rígido de ingresos generados, por análisis cualitativo y cuantitativo de las exportaciones de nversio.

Igualmente, amerita especificar los rubros que pueden ser considerados como gastos y sus límites porcentuales, ¡para evitar abusos!

Entonces, bajo ese esquema, aplicar las normas vigentes de “Impuestos sobre la Renta”.

Replanteando así el parámetro de “ingresos” de Salamín.

Sin considerarlo como un total ¡disparate!, orientarlo hacia acciones, en vez de ingresos.

Carlos Menem, en privatizaciones, en Argentina, saldó deudas de las empresas a ser privatizadas, subvaloró las empresas y no asignó acciones para el Estado ni para los trabajadores.

El mérito de las privatizaciones panameñas, en “moda”, cuando Pérez Balladares, fue que NO remedó a Menem. (“Cada país, tiene su propia aspirina”, nversion de Torrijos, luego de su visita a La Habana).

Con Pérez Balladares, los avalúos de las empresas No fueron reducidos ni distorsionados, no se saldaron deudas y Panamá, obtuvo “Capital Accionario”. (Ejemplo, Cable & Wireless).

Entonces, no estamos inventando el “agua tibia” ni una “pica en Flandes” con la propuesta de Salamín. Sustituyendo, eso sí, ingresos por acciones.

Ahora, insistimos, la importancia de auditorías recias que cuantifiquen satisfactoriamente tanto ingresos como gastos, para evitar “nuestro deporte fiscal favorito”, de empresas, que no generan ganancias, todas pérdidas.

Entonces, procede análisis de la conveniencia de las acciones que generan dividendos.

Recordemos que la determinación de dividendos surgen de un “Estado de Flujo de Fondos”, donde, si no hay “ganancia neta, después de impuestos”, ¡no hay dividendos! (que también acarrean, impuestos).

Y sin ganancias, sería iluso un ingreso de 48 % de las “acciones” para el Estado.

Ahora, como acto de desprendimiento, alejado de objetivos codiciosos, de la Minera, procedería compartir “capital accionario” con el Estado, que, como ya aclaramos, los dividendos pueden ser una “falacia”, si no hay un recio “control financiero” de la operación Minera.

Conclusión: Panamá debe clasificar la Minería como empresa; mas, ejecutando procesos intensos de control y proyección de ingresos y gastos.

También, de parte de la Minera, aunque pueda ser engañosa, sin “pichicumerías”, no regatear, participación accionaria del Estado.

Protegiendo lo nversion, debe explorarse el establecimiento de industrias de procesamiento complementario de la materia prima que exportamos, para generar nuevos proyectos de nversion localmente.

El “endeudamiento” extraordinario de Panamá y las necesidades de fondos del IVM exigen que los potenciales multibillonarios ingresos de la minería contribuyan, significativamente, a mitigar estos serios retos económicos, evitando así tumultuosas conmociones sociales.

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