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- 02/12/2022 00:00
Ladrones de gallinas, y respuesta penal
Ladrón, sinónimo de caco, ratero es aquella persona de cualquier sexo o edad que hurta o roba, y sus métodos y motivaciones suelen ser diferentes. Así en el robo se toma una cosa que es ajena con violencia o intimidación, mientras que, en el hurto, el acto lo comete, por ejemplo, un carterista y nos saca la cartera en el metro y no nos damos cuenta, o cuando, aprovechándose de que dejamos un momento el automóvil con las llaves para ir a la tienda, este se lo lleva.
Puede ser un ladrón desorganizado, en ocasiones un ladrón de poca monta, pillado hurtando manzanas, a transeúntes, objetos de poco valor. Se dice que “Caminar por la calle distraído con el celular es como llevar un cartel en el cuello comunicando a los ladrones: “Me pueden robar”.
Los delitos de hurto son comunes, los hay de tapas de alcantarillas, de celulares, productos agropecuarios, animales domésticos o ganado, entre otros, y se han creado delitos específicos, por ejemplo, para el hurto de automóviles o de ganado.
El hurto se castiga con pena de uno a tres años, días multa, arresto de fines de semana o trabajo comunitario, en otros casos tenemos el hurto agravado con pena de cinco a diez años, que depende de la cosa hurtada, y si la cuantía de lo hurtado es inferior a mil balboas, se considera como una falta de competencia de los jueces de paz.
Dice el refrán que la “ocasión hace al ladrón”, lo cierto es que en el campo o en la ciudad las gallinas no solo son presas de las zorras, sino que tienen un enemigo particular de dos patas (Iñaki Armentea) que ha estado presente en todas las épocas de la historia.
Los ladrones de gallinas suelen entrar al corral de noche, sin emplear violencia (hurto), llevándose las aves o pueden ingresar con armas amenazando al celador, robando dos, 20 gallinas, corriéndose el riesgo no solo de responder penalmente, sino de ser golpeados, atados, bañados con agua helada y azotado con ortiga, como ha sucedido en otros países; más anteriormente, se dice que en el siglo XVII eran pintados con brea cubierta de plumas y obligado a pasearse por el pueblo.
No falta el ladrón que presuntamente lo haga por hambre, en algunos países no responde con una pena (Italia, República Dominicana), y es posible la eximente de estado de necesidad (hurto famélico) de medicamentos o de comida por hambre o por necesidad, pero se coincide en que tiene que tratarse de una situación extrema y de necesidad y a la vez que no tenga antecedentes penales, pues se argumenta que una persona que hurta o roba para comer no es un delincuente, sino una víctima, pero esto debe ser valorado por el juez.
Un ladrón de gallinas de poca cantidad es un ladronzuelo, es posible que reincida con pequeños hurtos (hurto simple) no mayor de mil balboas, y esto genera impotencia e indignación en la sociedad, como sucedió en España, donde se ha reformado la ley, para dar respuesta a los continuos hurtos cometidos, menores de 400 euros, en las que los ladrones pagaban la multa y seguían volviendo a reincidir una y otra vez, y hoy por hoy, son castigados con el delito leve de hurto con pena de prisión entre 6 a 18 meses de prisión, en vez de una multa.