• 16/06/2023 00:00

Monitor Social de Panamá: mirada profunda hacia el siglo XXI

“La tarea del Monitor Social de Panamá es la de generar instrumentos capaces de medir el impacto de la pandemia COVID-19 en los diferentes ámbitos de la sociedad panameña, [...]”

Desde aquel día en el que, siendo gobernadora de la provincia de Panamá, en plena efervescencia del crecimiento de la pandemia de COVID-19, llegué hasta la comunidad de Gonzalo Vázquez, en el distrito de Chimán, a entregar bolsas de comida a personas humildes, comprendí que esta enfermedad no sólo tendría impacto sanitario, también dejaría sus secuelas en la psiquis de las personas. Logré sentirlo en las sensaciones que despertaron en mí las angustias que pude ver y escuchar surgidas desde el corazón de tanta gente buscando respuestas frente a lo desconocido.

Pude intuir que el impacto global de la pandemia COVID-19, tendría efectos inmediatos en los modelos de relación entre las regiones del mundo y también de las Américas, entre los países, entre los Estados y -en especial- en la modificación de las relaciones interpersonales, como me mostraron esas personas en Chimán.

Ese día vi, con claridad y preocupación, que todos estos efectos se podían ver en la superficie de inmediato, pero fue notorio para mí que, a largo plazo, traerán consecuencias impredecibles en los modos de articulación en las familias, en la educación, en la producción y en los servicios, así como en la relación de los Gobiernos con las Sociedades y me dije que es urgente comenzar a tener en cuenta esas secuelas.

Fui, durante estos años, convocando de manera silenciosa y permanente a expertos locales e internacionales para intentar confirmar si en Panamá ya se ven estos síntomas que, de manera imperceptible y en determinadas circunstancias de forma explícita, se han puesto de manifiesto y fue allí cuando comenzaron a hacerse evidentes ciertas alertas imposibles de ignorar.

Se comienza a evidenciar un agotamiento de confianza en las Instituciones Democráticas, acompañado por una disociación marcada entre las angustias y necesidades de la sociedad y las dirigencias política, empresarial y sindical, cuyos síntomas se evidenciaron aún más claramente a partir de la crisis sanitaria global.

El Informe sobre el Futuro de los Empleos del Foro Económico Mundial, realizado en julio de 2021, considera que el 50 % del total de empleados a nivel global va a necesitar volver a formarse y proyecta que el 40 % de las habilidades requeridas va a cambiar drásticamente y serán buscados preferentemente los especialistas en “Big Data”, “Marketing” Digital, Desarrolladores de “software” o Especialistas en Internet. En el mismo Foro, realizado en junio de 2022, se profundizaron estos ítems donde el Pacto Mundial Digital es un objetivo a alcanzar, un entendimiento de múltiples partes interesadas entre los Estados, el sector privado y la sociedad civil sobre cómo lograr esta Cooperación Digital. Junto a otros temas relevantes como la salud, la crisis alimentaria y energética o el cambio climático y el medio ambiente. Temas que requieren mayor profundidad de análisis en el país.

La dramática irrupción de las olas migratorias en Panamá que tienen su mayor expresión en la tragedia cotidiana que nos entrega el Darién, ha hecho que la sociedad panameña ponga su atención como nunca antes en el papel que el país debe asumir para resolver estas situaciones.

A partir de lo dicho, veo que es primordial ejercitar la plasticidad mental y la aceptación de las diferencias, sabiendo que Panamá necesita la sinergia de sus fuerzas sociales, políticas, religiosas, culturales e intelectuales, nucleadas en los más diversos y variados espacios, para ir hacia la meta del cambio profundo.

Por todo ello y con el apoyo del Instituto Latinoamericano para la Paz y la Ciudadanía, ILAPyC, creamos hace un tiempo el Monitor Social de Panamá.

La tarea del Monitor Social de Panamá es la de generar instrumentos capaces de medir el impacto de la pandemia COVID-19 en los diferentes ámbitos de la sociedad panameña, en cooperación estrecha con los referentes sectoriales, para proveer de insumos a los distintos sectores de la vida social, profesional y política que estén dispuestos a ver las nuevas realidades en las que están inmersas y con las cuales deberán enfrentarse.

El Monitor Social se ofrecerá a colaborar con los distintos sectores de la sociedad de manera mancomunada para ayudar a comprender la realidad sectorial, su estado actual, sus déficits; intentando de manera sistemática la generación de propuestas sobre cómo enfrentar la pospandemia en el presente y hacia el futuro. Para diseñar un Panamá que ingrese definitivamente al siglo XXI necesita valerse de instrumentos de las ciencias sociales que ayuden a construir un estado de situación real.

Si no medimos profesionalmente el impacto causado en todos los planos por el arribo imprevisto de la COVID-19 a nivel global, Panamá tendrá escollos insalvables para planificar su desarrollo, pues sin análisis metódico, sin seguimiento de los temas y sin conclusiones ajustadas a la realidad del país, es imposible diseñar un plan para entender la crisis local y su correlato global.

ILAPyC me ha honrado designándome directora de este novedoso proyecto que es el Monitor Social de Panamá.

Así podré entonces seguir en contacto con los desafíos que encontré en plena pandemia desde el año 2020 en adelante y hacerlo con disciplina y método, escuchando las experiencias profesionales, de cientos de especialistas panameños que merecen ser escuchados, para indagar en lo profundo de cada sector de la vida de nuestro país, como hemos comenzado a hacerlo en el ámbito educativo, con el Magisterio Panameño Unido, también convocando a otros espacios de la educación.

Amar a Panamá es pensarlo y repensarlo hoy y en el futuro. Es una responsabilidad ineludible de dirigentes políticos, sociales, religiosos y empresariales, entre otros. Pienso decididamente que, si falta un panameño dispuesto a pensar en Panamá, falta todo Panamá.

Directora del Monitor Social de Panamá.
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