• 04/01/2009 01:00

9 de enero, una saga histórica

La nación panameña tiene una historia fascinante y de múltiples encuentros, en sus 500 años de devenir épico desarrolla una lucha perman...

La nación panameña tiene una historia fascinante y de múltiples encuentros, en sus 500 años de devenir épico desarrolla una lucha permanente por la libertad. Desde Quibián, Urracá, Bayano, Felipillo, Pedro Prestán, León A. Soto, Victoriano Lorenzo, hay coincidencia por afirmar ese ideal de solidaridad social. Con el Canal estadounidense nos enfrentamos a la prepotencia de su política colonial y rechazamos la ocupación militar que se da desde 1904 con el Tratado Hay—Buneau Varilla. EUA sustituye nuestra bandera por la de las barras y estrellas para asegurar su expansión imperial. Pero desde ese mismo instante surge la determinación de los panameños de enfrentarse a su arrogancia y poner fin a la perpetuidad de su presencia en la Zona.

Guillermo Andreve y la generación de Acción Comunal levantan la bandera de la reivindicación de la plena jurisdicción institucional en nuestro territorio. Pero son los jóvenes de la Federación de Estudiantes de Panamá los que plantean un rechazo total al Convenio Filós—Hines de 1947 y a la pretensión de EUA de establecer más de 136 bases militares. Luego la Generación del 58 siembra de banderas la Zona con la Operación Soberanía y la Marcha Patriótica del 3 de noviembre de 1959. Pero esa saga histórica se llena de gloria con los actos del 9 de enero de 1964, cuando los institutores marchan al enclave canalero para exigir el cumplimiento del Acuerdo Kennedy-Chiari de izar nuestra enseña nacional en todos los sitios públicos del territorio colonizado.

La estulticia de los zonians provoca la masacre del 9, 10, 11 y 12 de enero de 1964. Se oponen al reconocimiento de nuestros derechos. Los zonians desconocían el coraje, heroísmo y sacrificio de una comunidad nacional por defender su dignidad. Los mártires y héroes de esa gesta nos recuerdan que no se puede avasallar a una nación como la panameña. Recordar la acción patriótica de enero de 1964 es hacerle un homenaje emocionado a Panamá, a su juventud insobornable. En cada panameño hay una bandera enclavada en un corazón que reclama soberanía.

-El autor es escritor y docente.rriost@hotmail.com

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