• 23/07/2015 02:00

¡Socorro, socorro, agua!

A medida que transcurre el tiempo, la población sigue agobiada y frustrada por la escasez del agua, por la mala distribución del líquido

A medida que transcurre el tiempo, la población sigue agobiada y frustrada por la escasez del agua, por la mala distribución del líquido que no llega a sus hogares; es decir, no tienen accesibilidad a ese servicio, y en algunos lugares tienen meses y años sufriendo por las ineficientes administraciones que han pasado por el Idaan.

Sin embargo, la falta de una política coherente y agresiva por parte del Estado para resolver de una vez por todas las deficiencias en que se encuentra el Instituto de Acueductos y Alcantarillado, se debe a la indiferencia de los Gobiernos de invertir dinero para resolver la problemática del agua, debido a que no les traerá beneficios políticos. La actual administración sigue sumida en el letargo, por falta de conocimientos y experiencia, y no han sabido desarrollar un plan estratégico para lograr la solución a corto y largo plazo. Han demostrado falta de capacidad para ejecutar los proyectos de inversión.

Por consiguiente, la falta de una solución por el suministro del agua potable, ha contribuido a que en algunos sectores del país se vean obligados a salir a protestar y a cerrar calles para llamar la atención especialmente del Gobierno por no cumplir su obligación de dotar del líquido más importante para el ser humano, AGUA, y así evitar fallecimientos, enfermedades como diarrea, infecciones gastrointestinal y otras.

Si hubiera una política coherente, el Estado se ahorraría dinero en atención hospitalaria a la población que sufre enfermedades ocasionada por la falta del suministro del agua. Los hospitales no estarían hacinados por enfermedades provocadas por los Gobiernos por no atender las prioridades de la población panameña.

El nombramiento de un familiar del presidente en el Instituto de los Acueductos Nacionales no ha llenado las expectativas esperadas para resolver los graves problemas que afectan a las comunidades con el suministro del agua; por el contrario ha traído como consecuencia el deterioro de la institución, por consiguiente el problema por la falta del suministro de agua se agudiza.

Las excusas que dan las altas autoridades de la institución en los diferentes medios para justificar la incapacidad e inexperiencia que tienen en el manejo de una institución tan importante para la salud, no convencen a la población panameña. Pues, no han demostrado ser las personas idóneas para resolver la problemática de la distribución del líquido, vital para la salud; es decir, para la prevención de enfermedades contagiosas.

Tanto el Gobierno como la población panameña no aprendieron la lección de diciembre del 2011. Debido a las fuertes lluvias que en diciembre arrastraron lodo y sedimentos al lago Alajuela, principal fuente de agua cruda, hubo una crisis de abastecimientos de agua en el área metropolitana por más de 45 días. Situación que se da por parte del Gobierno, por no tener una política diseñada para vigilar y proteger los bosques que sobreviven en la Cuenca y hacer cumplir las leyes que protegen el ecosistema. No debe permitirse desarrollo alguno e indiscriminado en los lugares protegidos para el bien común, humedales, parques nacionales, etc.

Se deben recuperar las áreas severamente destruidas con programas de reforestación y conservación de suelos. Por otro lado, hay que corregir la falta de conciencia conservacionista del Gobierno y la población que continúan devastando los bosques. Por lo anterior, recomendaría que se nombre un ingeniero sanitario, con conocimientos, experiencia, especialmente en la parte administrativa.

‘El agua, el aire y la limpieza son los principales productos de mi farmacia', Napoleón Bonaparte.

CORREDOR DE BIENES RAÍCES.

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