Así lo confirmó el viceminsitro de Finanzas, Fausto Fernández, a La Estrella de Panamá
- 11/05/2015 02:00
Aníbal Illueca Herrando, educador y patriota
El tiempo pone cada cosa y a cada uno en su sitio. El paso del tiempo aplaca las pasiones y las ambiciones y sedimenta los hechos, dando a cada uno la estatura que se ha ganado, reconocido por propios y ajenos. Algo parecido a un equilibrio donde la perspectiva de la historia coloca a los hechos y personas en el lugar que le corresponde.
El sábado, 9 de mayo, nos dejó en paz un hermano, hijo de nuestra tierra, hombre de bien y coherente ciudadano, cristiano creyente, practicante y consecuente con sus valores. Aníbal Illueca Herrando, patriota panameño, abogado, diplomático, político, educador y dirigente deportivo y muchas cosas más, abandonó su cuerpo para pasar al mundo del espíritu, el que nos deja su legado y ejemplo a quienes aún bregamos con los retos de lo que llamamos vida. Cerró su ciclo vital, no sin antes dejar de cumplir sus coordenadas conceptuales con total coherencia y dormir el sueño de los justos.
Nacido en cuna patricia, jamás olvidó a quienes no compartieron tal suerte y se preocupó toda su vida por dar oportunidad a quienes las circunstancias de la vida se las negaban. En su familia de abogados, diplomáticos, políticos y dirigentes deportivos (su padre Aníbal Illueca Sibauste fue presidente del Comité Olímpico de Panamá) le impregnó de un concepto de largas miras, de conceptos de servicio a la sociedad y de concordia internacional, de Educación como concepto de desarrollo y justicia social. Su larga trayectoria profesional, cimentada en una sólida formación en Panamá y Francia, sirvió en dar al deporte panameño e internacional una persona capacitada, motivada y de altos ideales y miras. Su experiencia y pasión por la esgrima como deportista pasó a volcarla como dirigente deportivo nacional, continental e internacional.
Primero como presidente de la Comisión Nacional de Esgrima de Panamá durante más de 25 años, en los que trabajó para darle una proyección y rendimiento, mucho más allá de los medios escasos con los que contamos, hasta llegar a destacadas medallas y posiciones internacionales en la última década. Después como presidente de la Confederación Panamericana de Esgrima, que presidió de 1999-2007, potenciando la cohesión y peso del deporte continental, nunca olvidando que el deporte significaba mucho más que competir y ganar, sino más bien educar en rectitud, en el esfuerzo de calidad y en el respeto y solidaridad entre propios y adversarios: en resumen el deporte como puente de civilización. Potenció como miembro de la Comisión Jurídica y de Reglamentos de la Federación Internacional de Esgrima (F.I.E.) el entendimiento y corrección en el deporte, ganado para Panamá y el deporte continental respeto y admiración. Pasó así a ser miembro del Comité Ejecutivo de la FIE, donde su equilibrado y sensato proceder cimentó su prestigio, así como el de nuestra Patria.
Tal esfuerzo y trayectoria se vieron reconocidos por el deporte internacional al ser elegido Miembro de Honor de la Federación Internacional de Esgrima, envuelto en el aprecio y respeto de todos sus colegas internacionales, quienes hoy se unen a nuestro pesar con genuinas muestras de cercanía.
Para quienes tuvimos la suerte de compartir su trayectoria como deportistas, cuadros federativos, técnicos y dirección nacional e internacional, su pérdida física no nos quitará los conceptos compartidos de construir futuro trabajando con criterio, constancia y fortaleza el presente, tal y como él lo hizo hasta su último suspiro por Panamá y el deporte internacional. Él comprendió que el deporte como elemento educativo, social y de entendimiento entre sectores y naciones muestra su grandeza en la concreción de los ideales olímpicos puros: Citius, Altius, Fortius (más veloz, más alto, más fuerte).
Aníbal Illueca Herrando, educador y patriota. Descansa en paz, hermano querido.
*MÉDICO, COMITÉ OLÍMPICO DE PANAMÁ, COMISIÓN MÉDICA, FEDERACIÓN INTERNACIONAL DE ESGRIMA.