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- 06/06/2022 00:00
Cambios estructurales
A Albert Einstain se le atribuye la célebre frase que, traducido al español, señala que: “la locura es hacer lo mismo una y otra vez y esperar resultados diferentes” (“Insanity is doing the same thing over and over and expecting different results.”). Pero no hay evidencias concretas de que en realidad lo haya formulado Einstain alguna vez. De todas maneras, la misma, a lo largo de los años, ha provocado mucha discusión teórica sobre sus premisas y fundamentos desde diversos puntos de vista. Desde planteamientos filosóficos hasta las más complejas teorizaciones de las ciencias físicas. En todo caso, hay evidencias de que la teoría tiene algo de cierto en algunos casos.
En una ceremonia el pasado miércoles 1 de junio, el Tribunal Electoral oficializó el Plan General de Elecciones (PLAGEL) y se abre la convocatoria a la elección general del 5 de mayo de 2024. Bajo este plan, se elegirá al presidente y vicepresidente de la República, 71 diputados de la Asamblea Nacional, 20 diputados del Parlamento Centroamericano, 81 alcaldes, 701 representantes de corregimientos y 11 concejales, todos con sus respectivos suplentes. Serán elegidos para el periodo constitucional del 1 de julio de 2024 al 30 de junio de 2029.
En el mensaje institucional del Tribunal Electoral, el magistrado presidente, doctor Heriberto Araúz, sobre el clientelismo señaló que: “… debemos estar claro que para erradicar esta práctica nociva para el país hay que reformar la Constitución de la República en muchos aspectos. Uno de ellos, hay que prohibir la reelección inmediata de los funcionarios de elección popular, una de las principales causas del clientelismo político. No nos llamemos a engaño, mientras no se introduzcan estos y otros cambios profundos en materia electoral y en otros importantes temas en nuestra Constitución, la reforma de la ley electoral, será insuficiente y tales prácticas perniciosas continuarán erosionando sensiblemente nuestra frágil democracia y amenazando la estabilidad institucional”.
Si el acto en donde se dieron estas declaraciones puede ser visto como un pitazo de partida de una carrera, las advertencias del magistrado presidente, también fueron un pitazo, un llamado de atención de lo que podemos esperar. El escenario en la cual se llevarán a cabo estos comicios electoreros es bien claro: es el mismo en que vivimos desde hace ya vario lustros. Corrijo, ha ido empeorando cada quinquenio en conjunto con el desmejoramiento y desprestigio del sistema político que nos rige y de la cual todos hemos sido testigos.
Solo hay que recordar los últimos acontecimientos y acusaciones durante los eventos internos de algunos partidos políticos para entender a qué nos enfrentamos para el periodo electoral que iniciamos. Compra y venta de votos, promesa de nombramientos, desaparición de firmas o listas de votantes, impugnaciones, etc. Si así comienza a lo interno de los partidos políticos y los obstáculos que enfrentan los aspirantes independientes para poder participar, el futuro no augura buenos resultados.
Este proceso político electorero por la cual nuevamente vamos a transitar, hace mucho tiempo ha desfigurado por completo toda la conceptualización ideológica, social y cultural de las organizaciones políticas (partidos), por diversos motivos (clientelismo, crimen organizado, corrupción, etc.), y en ese proceso, el mismo Tribunal Electoral ha perdido la buena reputación de la cual gozaba en las últimas tres décadas. Los magistrados también han caído en la espiral de cuestionamientos y dudas sobre su independencia.
En donde sí dio en el clavo el magistrado presidente, fue en su apreciación sobre lo que hay que hacer para salvarnos de la debacle político-social de la cual ya estamos sufriendo sus efectos. El doctor Araúz dijo: “Aunque durante estos 30 años hemos realizado con éxito elecciones generales libres, prístinas con resultado incuestionables, (…) ya no podemos conformarnos con eso. Es significativo, pero no suficiente, porque esta nación enfrenta grandes problemas estructurales y desafíos que solo podrán ser superados con un renovado proyecto de vida colectiva, con un nuevo pacto social con nuevas reglas del juego institucional”. Puede que no lo haya dicho Einstain y puede ser que en algunas áreas del quehacer de las ciencias no aplique, pero aquí no podemos avanzar hacia mejores derroteros haciendo lo mismo y esperando resultados diferentes. En términos generales, el proceso electoral es más de lo mismo… o peor, y no podremos avanzar para el beneficio de todos, sin un “renovado proyecto de vida colectiva” y un cambio estructural sistémico.