• 04/07/2015 02:00

Conociendo el Canal

La construcción de estas esclusas es monumental y se observaba panorámicamente desde un mirador provisional frente a ellas

Las autoridades del Canal de Panamá, conjuntamente con el consorcio constructor de la ampliación, invitaron al público en general a visitar gratuitamente los trabajos de la construcción del nuevo tercer juego de esclusas a punto de terminarse en Cocolí, sector del Pacífico del Canal, los domingos 10 y 17 de mayo de 2015. Esta invitación, que parecía desapercibida, la conoció mucha gente y se calcula que 65 000 personas de todas las edades asistieron a las instalaciones de la obra, para presenciar el espectáculo, y conocer y saborear detalles significativos.

La construcción de estas esclusas es monumental y se observaba panorámicamente desde un mirador provisional frente a ellas, y también caminando sobre un tramo de su piso pavimentado con hormigón. Hacia ambos sitios fueron conducidos los visitantes en autobuses desde un lugar próximo a la entrada a Cocolí, y atendidos por el servicial y entrenado personal de la Autoridad del Canal y del consorcio constructor. Hacia ese mismo lugar fueron devueltos después de que cada grupo concluyera su excursión.

Desde el mirador, localizado al nivel superior de los paredones de hormigón armado de unas esclusas con altura equivalente a un edificio de unos nueve pisos de alto, se pudieron apreciar: 17 o 19 grúas fijas de pórtico utilizadas en la construcción; parte del equipo de trabajo, y; al lado opuesto, la entrada de la bahía de Panamá, hacia donde se conectará el flujo de naves que transitará por esta ampliación. Esto significa que un cuantioso volumen de tierra y rocas —del que ha estado compuesto el improvisado mirador natural— tendrá que ser excavado y removido para que el agua de la bahía se una con la de las esclusas para la navegación hacia y desde la ampliación.

En el segundo punto de observación, ubicado dentro del espacio de navegación de las esclusas nuevas, se podía sentir con mayor intensidad la sensación de enormidad de la obra y vislumbrar el gran tamaño de las naves que puedan caber. Esta sensación se completa con la observación del perfil de las enormes compuertas de acero que se encontraban recogidas dentro de su nicho en la pared de la esclusa, igual a como estarán cuando las naves estén avanzando de una esclusa a otra. Estas compuertas correrán sobre unos rieles transversales de acero, entre pared y pared, los que fueron apreciados hasta con las tuercas apretadas en su posición de trabajo.

En las paredes, y a nivel del piso, también se apreciaron las aberturas cuadradas por donde se succionará o se inyectará el agua, de y para la esclusa, hacia y desde las tinas de almacenamiento —según sea el caso—, para bajar o subir el nivel de navegación de los barcos. En una de estas aberturas se vieron asomados de pie cuatro trabajadores, lo que da una idea de las dimensiones del chorro que circulará.

La visita a las tinas en construcción no estaba incluida en la excursión. Con estas tinas se volverá a usar la misma agua entre cada compuerta, reduciendo la que se gastaría en el esclusaje a la salida del barco al mar. Esto constituye una ventaja en la operación en comparación con las esclusas actuales —menos grandes— que no cuentan con tinas y que en cada paso de barco por el Canal gastan, más o menos, 32 millones de galones de agua dulce.

En otro detalle, los visitantes apreciaron franjas de unos 0,30 m por 1,50 m de un material negro como de caucho y, o, plástico, colocadas horizontal y verticalmente, formando grandes rectángulos, adheridas a las paredes en el tercio superior de las esclusas, a lado y lado, que fungirían como colchón amortiguador para resistir los pequeños embates de los costados superiores de las naves cuando éstas experimenten algún leve bamboleo al ser remolcadas dentro de las esclusas. Estos amortiguadores deben proteger las paredes de las esclusas, y los costados de las propias naves.

Por supuesto que habría muchos otros aspectos por conocer en otra excursión, tales como las casas de control de las compuertas corredizas, sistemas eléctricos y lumínicos, y muchos detalles de la operación, pero ello demandaría otra organización y tal vez para un público más específico. No obstante, para el gran público asistente, la visita fue más que satisfactoria, incluyendo hasta entrevistas filmadas a concurrentes y fotos de algunos con el administrador de la ACP, en una especie de día soleado de campo.

INGENIERO CIVIL.

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‘... para el gran público asistente, la visita fue más que satisfactoria, incluyendo... entrevistas filmadas a concurrentes...'

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