• 08/09/2015 02:00

Castas

Esto ocurre en países subdesarrollados y hoy, en pleno siglo XXI 

La sociedad se ha dividido de diferentes formas, y aunque todos somos iguales desde el punto de vista de que somos una misma especie, se han inventado separaciones antojadizas. Por ejemplo, el sistema de castas es una separación social que dictamina que se pertenece solo a una casta por nacimiento. Esto ocurre en países subdesarrollados y hoy, en pleno siglo XXI, aún prevalecen firmemente en algunas latitudes.

¿Qué podemos decir?, tal vez nos parezca a la luz de los conocimientos actuales, en plena era de la comunicación digitales y las igualdades sociales que esto no tenga mucho sentido, pero son tradiciones arraigas en las psiquis ancestrales de aquellos pueblos que mantienen esas creencias y las defienden. Tendrán que evolucionar más esas sociedades para superar tales creencias o serán derribadas por movimientos sociales incontenibles.

Pero, ¿qué pasa en mi Panamá, donde nos enorgullecemos de decir que somos un crisol de razas donde los ricos y pobres acuden a los mismos centros comerciales, donde nadie se diferencia de nadie? Al menos eso es lo que queremos aparentar. Lamentablemente, pese a toda nuestra verborragia, aquí existe una casta a la cual se pertenece, no por nacimiento, sino por invención de unos pocos.

Los políticos de este país se han inventado su propia casta, con prerrogativas que solo ellos tienen, con privilegios que solo ellos tienen y que son intocables por la justicia, una raza superior sostenida por nuestros impuestos, y que se burla descaradamente de aquel pedazo de papel llamado Constitución que en su artículo 19 consagra aquella frase sarcástica: ‘No habrá fueros o privilegios'; y que, en el artículo 20 tiene otro chiste: ‘Los panameños y los extranjeros son iguales ante la ley'.

Esto es posible porque aquellos diputados que debemos recordar para pasarlos al olvido político en complicidad con otros tantos se han inventado la Ley 55 que no es más que un blindaje ante la sociedad para que no sean alcanzados por el brazo de la justicia. ¿Será que ellos son diferentes que el resto de la sociedad?

Parece que sí, se perpetúa la casta política y debemos estar conscientes de que ellos no son iguales que nosotros. Y si ellos no respetan nuestra Constitución, ¿por qué el resto del pueblo debe hacerlo? El germen de la desigualdad social está sembrado. Aquí no vale explicación alguna, o todos somos iguales o no y si algunos quieren hacernos creer que deben ser diferentes por la grandiosidad de sus cargos, entonces debemos comenzar a enfocar a aquellos valientes futuros prospectos políticos que no tengan miedo de ser uno más del pueblo y que su principal compromiso sea derribar las castas reales o inventadas. Que se comprometan a ser políticos del siglo XXI y no de la Edad Media. Los reyes son especies en extinción.

*M. SC. ADMINISTRACIÓN INDUSTRIAL.

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