El barrio de Chualluma en Bolivia, es único en la ciudad de La Paz ya que todas sus paredes están pintadas de colores que resaltan los rostros de las cholas,...
El Estado de derecho tiene como uno de sus ejes esenciales a la justicia. Sin un órgano judicial transparente e independiente, la democracia se convierte en una triste caricatura y es imposible generar un ambiente de confianza y seguridad jurídica.
La justicia debe ser expedita, ya que la mora constituye una negación de la misma.
Mejorar permanentemente la administración de justicia, garantiza la paz social y promueve un potente mensaje que ayuda a fortalecer la personalidad interna y externa del Estado.
Los Jueces y Magistrados, sólo deben responder a la ley y a sus conciencias. No debe haber ninguna clase de perturbación que afecte el correcto actuar de los funcionarios judiciales. Resulta claro que sin una auténtica división de poderes, es imposible que exista un estado de derecho vigoroso.
La selección de un nuevo magistrado (a) de la Corte Suprema de Justicia, es un proceso que debe preocupar a todos los ciudadanos. Nuestra más alta corporación de justicia, debe contar con figuras que entiendan que la ley debe aplicarse sin distinciones, que se debe garantizar la existencia del debido proceso y que al fallar apliquen la ley conforme a los principios de la lógica, la experiencia y la sana crítica y no a partir de componendas o intereses que la vayan destruyendo.
Como consecuencia del pacto de Estado por la justicia, existe una comisión que evalúa a los candidatos a ocupar un puesto en la Corte Suprema de Justicia. El Consejo Nacional de la Empresa Privada, siempre participa con el notorio interés de que la selección que se haga, corresponda a los mejores intereses de la nación.
Estimamos que quien llegue a la Corte Suprema de Justicia, debe tener vasto conocimiento de la materia que le corresponda, no debe dejarse llevar por emociones y apasionamientos y tiene que garantizar que su actuación será transparente, eficaz y expedita. Además, su conducta tiene que estar amparada en principios morales y éticos imperturbables.
Hagamos que la justicia funcione. Sin ella no hay país viable.