Algunas cosas te parecen imposibles hasta que lo logras

Como dice Nora María Cedeño, experta en Recursos Humanos: “Hay que Creer para Crear”. Coincido en que todo empieza en la mente y por eso debemos vigilar nuestros pensamientos.

Uno de mis libros favoritos es la Biblia del Liderazgo de John Maxwell, que analiza y describe las cualidades, hábitos, estrategias y logros de los personajes bíblicos.

Todos somos líderes potenciales, porque tenemos el poder de influir en las personas que nos rodean, empezando por nuestros hijos.

No importa la edad que tengas, no importa tu pasado. Tienes el poder para empezar hoy a construir tu mejor versión.

La historia de la humanidad nos muestra que hombres y mujeres lograron alcanzar sus metas y sueños, gracias a su fe, valentía, carácter, ánimo, disciplina, fuerza de voluntad, confianza, capacitación, planificación, toma de decisiones, responsabilidad, trabajo en equipo, pero, sobre todo, por sus ganas de servir a los demás, de ayudarlos a prender el interruptor que enciende esa luz interior que es la que guía nuestras vidas y nos lleva a tomar el control de nuestras acciones.

Hay un vínculo fuerte entre el conocimiento de sí mismo y el liderazgo. Saber aprovechar las oportunidades que te presenta el mundo real, depende de tu esfuerzo, constancia, nivel de conciencia, preguntarte ¿cómo puedo ser mejor hoy?, ¿cómo puedo hacer mejor las cosas ahora?, ¿qué debo aprender o cambiar?

Busca mentores, maestros que tú sepas que trabajan en lo que saben o enseñan, pues el mejor maestro es el que aplica en su propia vida lo que predica. No hay nada más poderoso que el ejemplo.

¡Métele mente! Tú eres dueño de tu propia vida. Tú decides si quieres cambiar para mejor, AHORA.

Termino con una frase de Einstein: “El mundo que hemos creado es un proceso de nuestro pensamiento. No se puede cambiar sin cambiar nuestra forma de pensar”.