• 20/05/2017 02:00

El problema migratorio de nueva data en Panamá

La migración se ha desarrollado a lo largo de la historia del ser humano, en la última década en nuestro país ha evolucionado

En nuestro país, el fenómeno migratorio de nueva data no ha sido bien tratado. Si bien el Gobierno nacional ha reiterado su preocupación por el actual ‘statu quo', no se augura una solución inmediata.

La migración se ha desarrollado a lo largo de la historia del ser humano, en la última década en nuestro país ha evolucionado a gran velocidad y ha desembocado en un sinnúmero de problemas que competen principalmente a una regulación más integral de la migración a través del derecho, tanto en el campo interno de cada Estado, así como en la relación que se genera con los demás Estados a través del derecho internacional público.

Las disposiciones de convenciones internacionales como la Declaración Universal de los Derechos Humanos, establece los derechos fundamentales que aseguran al hombre la dignidad y el valor que le corresponde como miembro de la sociedad, ello equivale a derechos inalienables y por lo tanto como grupo vulnerable, que se deben respetar.

Los migrantes es un tema muy comentado por la gran variedad de opiniones que puede generarse a su alrededor. Se presenta una contradicción entre lo que establece las leyes y la forma en que entran los migrantes, en este caso al territorio panameño. De allí el vacío jurídico o la falta de revisión a las leyes establecidas para una administración, supervisión y control más eficaz, ya que en los temas de la política panameña de seguridad se dictan disposiciones como la adopción por parte del Gobierno de medidas preventivas y especiales de seguridad nacional, en el caso del tráfico ilegal de migrantes.

La permisividad del Gobierno, a través de las autoridades de Migración, de permitir el tránsito de indocumentados por sus fronteras, convirtiendo a nuestro país en recinto migratorio, bajo el criterio de que seguirán su camino hacia EE.UU., muestra la ausencia de una verdadera política migratoria, combinado con la falta de mecanismos para poder actuar ordenadamente en nuestras fronteras.

En una auténtica política migratoria, el Estado de origen, el Estado de tránsito y el Estado de destino deben realizar actividades de coordinación para la creación de organizaciones encargadas de atender, denuncias de maltratos, abusos de autoridad, la trata de migrantes o de controles sanitarios, si fuera el caso, ya que este problema en ocasiones provoca que los Estados de tránsito pasen a ser de destino en el momento en que los migrantes no tienen los medios y están obligados a trabajar para pagar sus gastos de travesía al Estado de destino.

La proyección de Panamá en materia migratoria debe ser hacia la demanda de un mayor apoyo de la Agencia de Naciones Unidas de atención a los Refugiados y a la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y las instancias de Derechos Humanos y Humanitarios a nivel hemisférico para ventilar estos casos eficazmente y que los migrantes, independientemente de su calidad de ilegales, puedan ser tratados debidamente.

ESPECIALISTA EN RELACIONES INTERNACIONALES.

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