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- 21/08/2025 00:00
De la innovación a la acción: cómo la Iniciativa Mano de la Mano impulsa una Centroamérica sin hambre

Según el informe El Estado de la Seguridad Alimentaria y la Nutrición en el Mundo (SOFI 2025), el hambre en Centroamérica afecta al 5,0% de la población, una reducción respecto al 7,2% registrado en 2004-2006. Este avance es positivo, pero todavía hay millones de personas que viven en inseguridad alimentaria, particularmente en zonas rurales vulnerables. Para evitar que estos progresos se estanquen o retrocedan, es indispensable transformar los sistemas agroalimentarios con soluciones innovadoras, sustentadas en datos precisos y respaldadas por alianzas sólidas.
La Iniciativa Mano de la Mano (IMM) de la FAO nació con ese propósito. Su objetivo es acelerar la erradicación del hambre y la pobreza mediante inversiones estratégicas de alto impacto, priorizando las áreas con mayores desafíos y potencial. Se trata de un enfoque integral que combina herramientas tecnológicas, inteligencia de datos y coordinación entre múltiples actores para orientar decisiones de inversión y política pública. En Centroamérica, la IMM se concentra en todos los países de Centro América y en el Corredor Seco y las zonas áridas de los países del SICA, un territorio que cubre el 34% de la región y alberga a 21 millones de personas en áreas rurales, de las cuales más del 20% dependen de la agricultura de granos básicos. El 37% de su población vive en pobreza y el 6,5% en pobreza extrema, en un contexto marcado por sequías recurrentes, degradación ambiental y alta vulnerabilidad al cambio climático, factores que incrementan la inseguridad alimentaria y fomentan la migración forzada.
La IMM utiliza análisis geoespacial, mapeo digital de suelos, zonificación agrícola por riesgo climático y estudios económicos para identificar las zonas con mayor potencial de impacto y priorizar inversiones. El principio es claro: concentrar recursos donde puedan generar el mayor retorno social, productivo y ambiental. Este enfoque ha permitido definir una estrategia que integra soluciones hídricas para consumo humano y riego eficiente, fortalecimiento de institutos nacionales de investigación agropecuaria, impulso a micro, pequeñas y medianas empresas y a ecosistemas digitales que vinculan productores con mercados, mapeo de suelos para orientar un uso sostenible de la tierra y planificación agrícola adaptada al riesgo climático.
En apenas dos años, la IMM ha movilizado una sólida red de socios, entre ellos el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA), la Cooperación Sur-Sur Trilateral con Brasil a través de la Agencia Brasileña de Cooperación (ABC) y EMBRAPA, el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) y otros aliados estratégicos. Esta colaboración ya ha dado resultados concretos: mapas de suelos y herramientas de zonificación que optimizan las decisiones de siembra, adopción de tecnologías hídricas adaptadas a comunidades y cultivos, generación de empleo rural mediante el fortalecimiento de emprendimientos locales y la incorporación de la innovación y la investigación como ejes prioritarios en las políticas públicas regionales.
Más allá de sus componentes técnicos, la Iniciativa Mano de la Mano es un mecanismo de concertación política y social. Involucra a gobiernos, organismos regionales, sector privado, organizaciones de productores y comunidades en un proceso de planificación conjunta que evita duplicidades, maximiza sinergías y asegura que las soluciones respondan a las necesidades reales de las personas. Cada actor aporta capacidades, financiamiento o conocimiento, y todos comparten la responsabilidad de garantizar que los resultados sean sostenibles.
El SOFI 2025 confirma que cuando se combinan datos precisos, innovación y alianzas efectivas, el hambre retrocede. La experiencia de la IMM lo demuestra: es posible transformar territorios vulnerables en polos de resiliencia y oportunidad si se actúa con enfoque estratégico y compromiso sostenido. Mantenernos en un 5% de prevalencia del hambre no puede ser suficiente; el objetivo debe ser erradicarla por completo. Para lograrlo, es necesario escalar y replicar este modelo en otras zonas de la región y más allá.
Centroamérica cuenta con capital humano, potencial productivo, biodiversidad y acceso a tecnología. La IMM ofrece una hoja de ruta para integrar estos recursos en un proyecto común, priorizando las inversiones que generan impactos duraderos y medibles. Pero para alcanzar la meta, se requiere voluntad política, financiamiento estable y un compromiso firme de todos los actores.
La lección es clara: solos podemos avanzar, pero juntos podemos transformar. La innovación, cuando se traduce en acción coordinada y sostenida, tiene el poder de cambiar realidades. Esa es la esencia de la Iniciativa Mano de la Mano: convertir el potencial en resultados y los resultados en un futuro sin hambre, resiliente y próspero para todos.