• 11/07/2016 02:02

Fallen Ortiz, una persona que dejó huellas

Nuestro personaje puede tener la tranquilidad de partir con la satisfacción de haber vivido una vida plena e intensa

El paso del tiempo es inexorable. Nacimos para morir y esa es una realidad que no podemos evitar. Lo importante es cumplir a cabalidad con esa oportunidad que Dios nos brinda de tener una vida terrenal donde cada uno de nosotros logre forjar con sus obras, a través de los años el sendero que recorre.

El 7 de julio de 2016 se cumplió esa etapa en la vida de una de las personas más impactantes que he podido conocer. FRANCISCO RAFAEL VÍCTOR ORTIZ MURGAS, cariñosamente conocido como FALLEN ORTIZ. Nacido en Guabino, de Tolé, provincia de Chiriquí, un 13 de septiembre de 1919, hijo de MANUEL HIGINIO ORTIZ y ODILIA MURGAS de ORTIZ. Desde temprana edad dio muestras de una aguda inteligencia, que motivó a su familia a realizar esfuerzos para enviarlo a estudiar a la recién fundada Escuela Normal Juan Demóstenes Arosemena, en Santiago de Veraguas, ya que ese talento no podía quedar solo limitado al entonces apartado pueblo de Tolé, lugar que ha producido para el país una gran cantidad de personalidades ilustres, que han contribuido con el desarrollo de nuestro querido Panamá.

Sin lugar a dudas, FALLEN ORTIZ le deja a sus hijos, nietos y demás familiares, un legado de honradez, vocación de trabajo, deseos de superación y, sobre todo, conocimientos, mismos que le permitieron desarrollarse de manera distinguida en el plano de la ciencia como premédico, químico laboratorista, biólogo y farmaceuta, los cuales fueron esenciales para fundar, en 1946, el Laboratorio Farmacéutico Lafsa, el que fabrica más de cien productos médicos, a la fecha.

En el campo de la docencia, como maestro y profesor de Matemáticas; como ganadero y agricultor, en la evolución de la ganadería y la agricultura, donde desarrolló diversas fincas en Chiriquí, Veraguas y Panamá; como banquero, participando en la creación del Primer Banco del Istmo, posteriormente Banistmo; Banco Panamá y en las juntas directivas de otros bancos de capital nacional. En las áreas de los seguros, participó como accionista de Seguros Chagres y Aseguradora Mundial; en el área de Bienes Raíces y, por supuesto, en el deporte de los gallos, donde fue un distinguido y respetado participante, como criador y propietario de ejemplares que representaron a nuestro país en torneos internacionales.

Conversar con el tío FALLEN ORTIZ era la oportunidad de obtener conocimientos de toda índole y que, como dijimos en una ocasión, sus metas tenían como límite el horizonte, pues a medida que este se acercaba se iba alejando, permitiendo que sus proyecciones no pudieran detenerse y es por eso que a los 55 años compró una avioneta y sacó su licencia de aviador, con la cual por muchos años sobrevoló el país y a los 85 años se matriculó en un curso de manejo de computadoras, porque no podía quedarse atrás en el avance tecnológico. Siempre estaba al día del acontecer político económico y social del país, en el que participó activamente.

Nuestro personaje puede tener la tranquilidad de partir con la satisfacción de haber vivido una vida plena e intensa, realizando la mayor cantidad, por no decir todas las metas que se impuso; haber cumplido con su familia, como buen hijo, buen padre, buen hermano, tío, primo y pariente; y también como buen amigo, ya que a todo el que solicitó su ayuda le brindó una mano amiga.

Hoy, luego de su partida, a pesar de la tristeza por saber que no estará más entre nosotros, sentimos la alegría que representa el recordar a alguien que fue faro de referencia en nuestra familia, en nuestro pueblo Tolé y en nuestro país; el que puede dar testimonio de lo que representó el paso de una figura forjada por la honradez, el trabajo y el deseo de conocimiento y superación, de quien al mirar su senda recorrida, todos lo podemos hacer con admiración.

EXPRESIDENTE DE LA ASAMBLEA NACIONAL.

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