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- 14/02/2015 01:00
Día Mundial de las Cardiopatías Congénitas
Mucho se escucha recientemente de campañas de recaudación de fondos para cirugías de niños fuera de Panamá en una carrera desenfrenada y llena de preocupación porque el tiempo apremia. La solidaridad de los panameños se hace evidente cada vez que aparece un nuevo caso y se logra sacar al niño del país, con el sentimiento general de que hemos llegado a la meta, que hemos hecho un buen trabajo. Pero desde el punto de vista de una madre que ha vivido esta experiencia, la carrera no termina allí. Es entonces cuando empieza un largo camino de incertidumbre, miedo y soledad al enfrentar una dura batalla lejos de tu familia, de tu casa, de tu país y sin la seguridad de regresar con la victoria, solo con los ojos puestos en Dios.
Se habla de un país próspero, pero ¿cómo explicamos que en Panamá no contamos con un instituto de cardiología especializado para atender a los niños, que ni siquiera contamos con una unidad de cuidados intensivos especializada en cardiología o una sala de cardiología infantil con las condiciones y el equipo apropiado donde puedan recuperarse? ¿Cuánto se ahorraría el país si se invirtiera más en desarrollar el Programa Nacional de Cardiología? Pese a que la estadística mundial indica que alrededor de 1 % de los niños nacidos vivos padecerá de cardiopatía congénita y la segunda causa de muerte infantil dentro de las malformaciones congénitas, este sigue siendo un tema desconocido en Panamá y, por lo tanto, muy poco se invierte para mejorar la atención.
En Panamá, es cada vez más frecuente escuchar de casos de cardiopatías y muchos niños mueren antes de su primer cumpleaños por no recibir el tratamiento a tiempo. La ciencia ha avanzado mucho en el tema de las cardiopatías, casi el 80 % de los niños operados puede llegar a la edad adulta llevando una vida normal. Ya en Panamá contamos con especialistas altamente capacitados que realizan con éxito cirugías de corazón abierto en niños. Entonces, ¿por qué no invertir en equipamiento de una unidad de cuidados intensivos a la vanguardia, que el equipo humano se especialice en cuidado postoperatorio de estos niños? ¿Hacer obligatoria una ecografía in útero para evaluar el corazón del bebé y así estar preparados para recibirle?
Cada vez el círculo se cierra más rápido, en cualquier momento las cardiopatías pueden tocar a tu puerta. ¿Estamos preparados para atender las necesidades de un creciente número de niños que está naciendo con cardiopatías congénitas? ¿Seguiremos aportando dinero para las cirugías individuales cuando ya no sea uno ni dos ni tres niños? Es hora de actuar, porque concientizar es tarea de todos, ¡únete tú también!
—Campaña de concientización sobre las necesidades de atención a las cardiopatías congénitas de la Fundación Latidos.
PRESIDENTA DE FUNDACIÓN LATIDOS.