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- 13/02/2016 01:00
Hacia una formación docente de calidad
Dentro de las preocupaciones de la intervención social de la Educación para el desarrollo integral y sostenible, un factor relevante en el debate sobre la calidad de la Educación, es precisamente, ‘la Formación docente', desde la realidad nacional e internacional para la aplicación de las líneas de política educativa de profesionalización docente en todo el país. Este complejo abordaje ético requiere que consensuemos en las mismas metas, integremos criterios cualitativos, dialoguemos en mesas pedagógicas, actualicemos las ofertas académicas y la creación de escenarios participativos-críticos que incorporen a los auténticos investigadores educativos.
Entre los ejes transversales para fomentar un proceso de formación docente de calidad en todas las etapas de la cultura pedagógica, se identifica el factor investigación, que posibilite establecer escenarios de dialogización y problematización de las prácticas docentes en el aula, escuela y comunidad educativa, fomente proyectos interdisciplinarios, redes virtuales de investigación y la aplicación del impacto de sus resultados para fortalecer el ejercicio exitoso de la docencia en todos sus niveles y modalidades. Aplicar el factor evaluación en el perfil de ingreso y egreso de aspirantes y titulados, que permita realizar mediciones periódicas sobre el desempleo, la eficacidad de la didáctica compleja, la relevancia de los contenidos, el aprender a llegar al ser interior de la conciencia, el aprender a llegar a aprender inteligentemente, el aprender a llegar a convivir éticamente y formar un docente extraordinario no solo en el dominio de contenidos, sino en sus actitudes éticas interpersonales. Transversalizar la práctica de una pedagogía crítica, según las diferencias de las características demográficas del espacio urbano y rural del país, cuyas metodologías complementen con la diversidad cultural de cada región del país, donde las prácticas pedagógicas signifiquen aprendizajes significativos y relevantes en los estudiantes.
Los expertos internacionales (Beck), priorizan la necesidad de la relevancia, la priorización de los contenidos, la articulación alrededor de ideas fuerzas significativas, la personalización, socialización, moralización y la transformación entre los actores proactivos de la educación, tomando en cuenta la complejidad pedagógica al interior de las aulas y del sujeto, hacia una educación inclusiva, cerrando gradualmente las brechas de la iniquidad, la injusticia y las carencias cognitivas, mentales, emocionales y espirituales, tanto en docentes como en discentes del sistema educativo nacional.
La nueva formación docente debe fortalecer la condición del aprendizaje significativo-crítico-creativo, como docente experto, como agente en la toma de decisiones proactivas, como un dinamizador entre la vida personal y laboral, que experimente nuevos enfoques democráticos en el aula, cómo leer y enseñar la comprensión de la realidad, la gestión del desarrollo económico para la reducción de la pobreza, la práctica diaria del amor en el proceso psicológico del aprendizaje y hacia una didáctica de la enseñanza como sistema complejo.
La nueva formación docente como expresa Konsik, debe ir más allá del aula de clases para fortalecer y enriquecer la práctica del aprendizaje de docentes-discentes, la comprensión cualitativa de la lectura de un libro, la redacción de ensayos pedagógicos, la articulación epistemológica entre teoría científica y práctica docente diaria, donde el docente priorice la necesidad de conocer profundamente las dimensiones ecológicas, su entorno de realidad social y sus esperanzas como agente de cambio comunitario.
Burbules y Densmore, escriben, ‘... más que confiar en un concepto antidemocrático que connota privilegio, estatus especial y superioridad del trabajo mental sobre el manual, la meta es una estrategia progresista de propósitos comunes' y compromisos con una educación cualitativa-objetiva-subjetiva. En síntesis, el proyecto sociopedagógico de formación de formadores debe éticamente justificar sus procesos organizativos, sus decisiones de transformación, su epistemología neuroeducativa, sus responsabilidades éticas frente a las profundas debilidades y carencias por superar. Burbules, Nicholas y Kathleen Densmore, Los límites de la profesionalización de la docencia. Educación y Sociedad, Madrid. 1992.
CATEDRÁTICO UNIVERSITARIO.