• 24/01/2012 01:00

Dominado, más que dirigido

A sí me siento, y sentado en el portal traigo a colación el adagio que reza ‘nos dominan más por la ignorancia, que por la fuerza’, aunq...

A sí me siento, y sentado en el portal traigo a colación el adagio que reza ‘nos dominan más por la ignorancia, que por la fuerza’, aunque el Ungido que nos gobierna ya se prepara para empellarnos a aceptar sus designios con toda la fuerza conjugada por el ministro limón. ¡Ah! Y que ‘los pueblos tienen los gobiernos que se merecen’, ¡Puede ser! Y eso lo destilo del desinterés manifiesto (en este caso) de la amiga de un amigo que en respuesta a mi pregunta sobre Democracia e Institucionalidad sostuviera ‘y eso pa’qué, ya vienes tú con tu vaina’. Por lo cual retrotrae la moción del profesor Stevens que ‘el método de control social más utilizado en el capitalismo, se basa en ideas’.

Pues claro, el ciudadano de hoy, acostumbrado a ser representado a base de prebendas, se rehúsa a asumir su rol protagónico y reniega de su derecho y deber de incidencia ciudadana. Dejando así de contribuir con las políticas y estrategias inherentes al desarrollo de nuestras vidas, en vez de hacerse parte de las tomas de decisión en la administración de la cosa pública, conforme al poder establecido en el art. 2 de la excerta constitucional.

Pero es la falta de responsabilidad y el desconocimiento de Pablo Pueblo los que hacen que carezca de solidaridad por su interés particular, y por tal motivo es desprevenido por arrepinches del chabacano Gálvez o las fábulas circenses del ungido Ricamar; ello le impide articular lo trascendental de la Política, y que ésta es mucho más que sus 30,000 tweets o 253 seguidores; que un verano caliente o un juego entre el Barza y el Real; y que de su indiferencia ciudadana pueden resultar leyes antihigiénicas, como la EMBUTIDO en Panamá o la SOPA en los ‘Unites’.

Mucho se habla de Democracia e Institucionalidad en la palestra pública, lo dice el Presi’, la Desalmada, el Jinete del MIDES y desde la Cancillería el defensor del mineral; sin embargo, Pedro Páramo, que tanto lo escucha de ellos, no tiene la mínima idea. Pero claro, ese es el objetivo, basta que la población se mentalice que Democracia sólo es ir a votar y que el haberles elegido con el 60.1 % le da facultad de dominar.

Sí, ¡dominar! Pues domina quien ejerce poder sobre los demás como a peones de hacienda; gobierna, quien dirige la realización de un trabajo para lograr un objetivo (el bien común), poniendo las velas del buque de manera que reciban del viento favorabilidad y usando como guía las normas que ya están, reestructurando las lesivas por mejoras nada más.

La Democracia depende de la posibilidad de la sociedad y una sociedad desinformada, su mal ostentará. Y para concebir un país en Democracia, sostiene Rubiales, ‘se requiere de ciudadanos libres, separación de poderes, una sociedad civil que delibere e influya al margen del Gobierno, alternancia en el poder, medios de comunicación libres y entre otras cosas, una opinión pública con suficiente peso’.

Dicho sea de paso, la Institucionalidad sugiere la autonomía que tienen cada uno de las instituciones del Estado, llámese Poder Legislativo, Poder Ejecutivo, Poder Judicial y hasta anexaría el Régimen Municipal.

¿Institucionalidad en Panamá?

Falta que Pedro Páramo y Pablo Pueblo adscriban la Política a sus vidas, entendida como la actitud dirigida a la toma de decisiones para la consecución de un bienestar social; que los gobiernos, dirijan y se dejen orientar; que los políticos sean intelectuales, y los ya existentes dejen de anteponer su lealtad al pueblo por su deber partidista, de lo contrario ni Democracia, ni representatividad.

Sigo sentado en mi portal, ya falta poco para irme a acostar, me preocupa que en mi descanso me ponga a soñar en mi fantasmagórico país de controversias y deslealtades; de autocracia en democracia; de esperanzas y traiciones; en las palabras y contradicciones; y en un cambio que sin fusión de pueblo ni ahora, ni en el ‘14 por nuestra bonita cara nos va llegar.

ESTUDIANTE DE DERECHO.

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