Un buen estudiante, tranquilo y algo introvertido, que fue monaguillo y empleado en un supermercado antes de alcanzar la fama. Esos son algunos retazos...
- 26/07/2025 19:35
Educación, desarrollo humano e inteligencia artificial

Existe una convergencia de opiniones en relación con la importancia que tiene la educación en el desarrollo humano. Desde la Unesco, el PNUD, la CEPAL, la Unicef, la OCDE hasta el Foro Económico Mundial (WFE), coinciden en el efecto poderoso de la educación en el mejoramiento de los índices de calidad de vida, de la condición del ingreso, la libertad, la esperanza de vida al nacer, así como en la comprensión y uso de las tecnologías como la Inteligencia Artificial (IA), en la prosperidad de los países del mundo.
Gracias a la ciencia y la innovación, hoy se vive con nuevos inventos y descubrimientos, como las tecnologías digitales, la robotización, el progreso de la genética humana y animal, los estudios del cerebro humano y los beneficios en los aprendizajes de los alumnos, los conocimientos aplicados a la farmacología. El progreso en las cirugías, en la biomédica, y los resultados en la genómica, el estudio y tratamiento de las cardiopatías hipertróficas, y del corazón, producción de medicamentos, las nuevas tecnologías en la salud (Ecologías, ultrasonidos, radiologías, entre muchas otras innovaciones). Igualmente, son importantes las reservas que deben tenerse frente a determinados conocimientos, por los efectos nocivos que pueden tener en la salud humana y en entorno medioambiental.
El último informe de Desarrollo Humano, 2025, mostró una debilidad en el impulso de los indicadores en todos los países a escala global. Se reconoce el efecto adverso en las economías y las sociedades durante la crisis pandémica (2020-2021). Sin embargo, es importante también reconocer que los países poseen nuevos y poderosos instrumentos tecnológicos, como la Inteligencia Artificial (IA); medio que es capaz de contribuir a elevar los resultados del esfuerzo acometido en los diferentes sectores del desarrollo como la salud, la educación, las comunicaciones, la competitividad económica, el mejoramiento de la alimentación y otras dimensiones que hacen posible que los seres humanos alcancen una vida más placentera y de mayor provecho para todos.
El informe de desarrollo humano (2025) le cede un espacio destacado, en los primeros lugares del mundo a países como Islandia (0.972), Noruega (0.970), Suiza (0.978), Dinamarca (0.962) y Alemania (0-959). Por su parte Finlandia (0.948), uno de los países escandinavos con mejores resultados en su sistema educativo, se ubicó en la posición 12 entre las 74 naciones con Desarrollo Humano Muy Alto, una expectativa de escolaridad de 19.5 años de enseñanza y una escolaridad promedio de 13 años.
En esta categoría Muy Alto Nivel de Desarrollo Humano, se encuentran también países de América Latina y el Caribe (ALC) como Chile (0.878) lugar 45; Argentina (0.865), en el número 47; Uruguay (0.862), en la posición 48; y Panamá (0. 839), en el lugar 59. Estos países que lideran esta región han mejorado su desempeño en calidad de vida y educación, pero es insuficiente cuando se comparan con indicadores de los países altamente competitivos como Singapur, Hong Kong y Corea del Sur. En Panamá, la situación indica su débil desempeño en el escalafón global, en aspectos como la educación, la salud y la productividad, donde los otros países reflejan avances superiores en su desarrollo humano y niveles de competitividad.
La educación debe preparar a las personas con las competencias del siglo XXI, como: la inclusión, el desarrollo de la imaginación, la creatividad, la colaboración, el pensamiento crítico y una mejor comprensión de su entorno tecnológico. Igualmente, el análisis de la realidad, la solución de los problemas complejos, la adaptabilidad y la cooperación para la empleabilidad.
En momentos de incertidumbre, como los que se vive, la enseñanza tiene la capacidad de transformar las sociedades. Corresponde a las universidades asumir la conducción de ese cambio, conectando conocimientos, personas y visiones sobre un mundo mejor. La universidad de ALC debe orientarse a dirigir los procesos de innovación y transformación de la sociedad.
Las universidades tienen múltiples atributos que les permiten posicionarse como instituciones líderes en el desarrollo económico y social, como son: poseen los mejores talentos humanos, gozan de alto grado de confianza y reputación en la sociedad, poseen la infraestructura científica fundamental para investigar y crear conocimientos útiles a las naciones, generar iniciativas de emprendimiento para crear nuevos negocios, establecer alianzas con el sector privado que contribuyan a incrementar la competitividad y la generación de nuevos procesos y productos para mercados crecientemente sofisticados. La universidad tiene capacidad para colaborar con otras instituciones científicas y universitarias en el plano internacional, aprovechando su capacidad autocrítica, el rigor científico y ético en sus acciones.
Apuntar a elaborar propuestas para el logro de proyectos sociales con logros estructurales dentro de un país, es uno de los desafíos más importantes que tienen las universidades en ALC. Uno de esos logros de gran impacto está asociado a la educación. El mejoramiento de la calidad y la equidad de la educación pública de los países, en donde observamos que una buena parte de sus matrículas no logran las trayectorias educativas completas, ante el rezago progresivo en los diferentes niveles superiores de este sistema, en educación media baja y media alta, que les impide ingresar y aprender en los estudios universitarios, con las competencias cognitivas y socioafectivas hacia el logro de una formación de alto nivel que sirva para la producción, la vida y la justicia social.
La formación inicial y continua del personal docente del sistema de enseñanza, así como la investigación-acción, la aplicación de las tecnologías digitales a los aprendizajes, entre ellas la Inteligencia Artificial (IA), son intervenciones mayores en las que las instituciones de educación superior universitario, pueden realizar aportes de gran significado en la sociedad. Es injusto que la educación superior crezca y aumente sus matrículas sustentadas en la desigualdad social, pues estudiantes de hogares carenciados están impedidos de pasar el bachillerato y ser admitidos en una carrera universitaria que les provea un mejor futuro para ellos y sus familias.
Su estructura de facultades, institutos, centros, observatorios creados en el mapa institucional, facilitan el diseño, la recolección de información y evidencias, para proponer respuestas innovadoras y viables, que faciliten la identificación, abordaje y atención de problemas comunitarios de relativa complejidad, con la participación de otros actores públicos y privados. Con ello se contribuye, además, a sustentar el financiamiento de las universidades, al trabajar por objetivos estratégicos de gran impacto nacional.