• 15/05/2024 00:00

El fútbol panameño, toda una pasión deportiva

El fútbol en este siglo XXI está formando generaciones apasionadas y aplicadas al deporte. Pienso que la seriedad, el trabajo en equipo, el aprender a ganar y ser derrotado forman a los jugadores que representan a nuestro país

El fútbol panameño me ha marcado la vida. Soy hispano panameño y desde que me mudé definitivamente a Panamá con seis años, he tenido el placer de jugar y ver progresar el deporte que mueve a nuestro país.

Desde mi llegada a lo que sería mi nuevo hogar, empecé a jugar en academias de inmediato. Me costó acostumbrarme a la escuela, a palabras que nunca había escuchado y sobre todo al calor abrumante tropical.

Pasé por muchas posiciones en el campo, aprendiendo de cada una de ellas y acabé en la de defensa central. Con los años, he ganado amistades, grandes entrenadores, recuerdos y sobre todo valores.

Aprendí todo el proceso que uno tiene que pasar para ser campeón, la mentalidad ganadora, el sacrificio y lo que más duele ¡perder!, pero siempre es una experiencia de la que hay que levantarse. Una enseñanza que perdura en mí es que, sin un buen nivel de disciplina y dedicación, el talento no sirve de nada.

Me conmueve apreciar el gran avance que ha hecho nuestro territorio en el fútbol, tanto a nivel mundial como nacional. Hace veinte años, nadie hubiera pensado que un país como el nuestro llegaría a jugar una Copa del Mundo.

El fútbol en este siglo XXI está formando generaciones apasionadas y aplicadas al deporte. Pienso que la seriedad, el trabajo en equipo, el aprender a ganar y ser derrotado forman a los jugadores que representan a nuestro país.

El Coco Carrasquilla y Marta Cox entre muchos más, son un claro ejemplo de ello. El orgullo que unos padres sienten al ver a sus hijos triunfar es tan grande que le hace estar satisfecho de todos sus sacrificios y olvidar todas las veces que madrugaste para llegar a tiempo al Cascarita Tapia, al Artes y Oficios o al Maracaná entre muchos más, para su partido.

La Selección sigue y seguirá uniendo familias, creando alegrías, esperanzas y orgullo para el panameño que enciende la televisión para ver un partido de su país.

Un “pelao” nunca se va a olvidar la primera vez que fue al gran estadio Romel Fernández y gritó su primer gol de La Sele. Hay que agradecer la inversión y dedicación que se está aplicando en los equipos panameños que está finalmente dando frutos notables que dejan al país en alto internacionalmente.

Ya somos considerados la mejor selección de Centroamérica según el ranking FIFA. El año pasado, nuestra selección femenina jugó su primer mundial, nuestra selección sub-23 se coronó campeón del torneo Maurice Revello, nuestra selección mayor masculina fue segunda en la Copa Oro y se logró clasificar a la copa América este 2024.

Todo este progreso mencionado se da por el gran esfuerzo y sacrificio que hace el panameño día a día. A mis dieciséis años puedo confirmar que los valores y enseñanzas que me ha dado el fútbol panameño me ayudan a ser una mejor persona cada día, por lo que pienso que el avance de nuestro deporte también simboliza el de nuestro país, acercándonos al éxito.

El autor es jugador del Atlético de Madrid, Academia Panamá
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