¿Cómo enfrentar el calentamiento global?

El calentamiento global es un tema que ocupa frecuentemente la atención pública a través de los medios de comunicación social, al punto que resulta difícil encontrar personas que no estén al tanto de este fenómeno.

La Organización Meteorológica Mundial (OMM), la entidad encargada de mantener al día la información, considera que los bosques naturales, y en particular los de la cuenca del Río Amazonas y los arrecifes de coral se encuentran en situación crítica e irreversible en América Latina y el Caribe. Este fenómeno es debido al uso indiscriminado de combustibles fósiles, principalmente, y se estima que para 2050 el mundo deberá haberlos sustituido por medios de transporte eléctrico, tanto de vehículos familiares e individuales, así como de transporte masivo como el Metro que se ha construido en ciudad de Panamá y que se sigue expandiendo sobre la vía transístmica o paralela a ésta.

De acuerdo con especialistas en meteorología en Panamá las lluvias han disminuido hasta un 20% en los últimos tiempos, aunque haya aumentado la intensidad de las precipitaciones pluviales, provocando inundaciones en distintas cuencas hidrográficas del país, incluyendo las ciudades de mayor población. A esta intensidad hay que añadirle otras causas, tales como la obstrucción del drenaje natural de ríos y quebradas por acumulación de basura doméstica y residuos de otras actividades humanas, así como por edificaciones que ilegalmente han cubierto las orillas e incluso hasta las mismas vías naturales de agua, aumentando los riesgos de salud pública.

Para garantizar el abastecimiento de agua para la población y el riego complementario para la producción agropecuaria es indispensable considerar medidas como las siguientes:

- Invertir en sistemas de almacenamiento de agua en las cuencas más críticas mediante represas desmontables que deben construirse y ponerse a funcionar a fines de la época lluviosa con la participación de las autoridades nacionales y locales.

- Prohibir y evitar la deforestación en las 52 cuencas hidrográficas del país y promover la rehabilitación de los bosques naturales primarios y secundarios en las márgenes de ríos y quebradas, ecosistemas fluviales, con fajas de 10 a 30 metros de ancho desde las orillas y generar empleo rural y suburbano.

- Invertir en la creación de “sabanas” arboladas en zonas degradadas por el sobrepastoreo para disminuir el efecto de las olas de calor con una cobertura del 50% al 70% de la superficie del suelo.

- Establecer sistemas agroforestales, estableciendo parches rectangulares de 50 metros de ancho y del largo que se considere más conveniente y cónsono con la geometría de la finca, en las cuales se alternen leguminosas arbóreas (Ejemplo: Leucaena) y frutales tales como el mango, entre otros. Este diseño tiene la ventaja de mejorar los suelos, mantener húmedos los pastizales y proteger el ganado. También se pueden mantener húmedos los pastos al menos un mes después de la época lluviosa, dependiendo de la calidad de los sitios.

- Invertir en establecimiento de algunas hectáreas de árboles forestales y frutales por unidad en las 4,000 escuelas del país para producir madera y frutales para mejorar las escuelas y complementar la alimentación de los estudiantes con el concurso de los padres de familia y de algunos colaboradores dueños de fincas. Esto podría, en el mediano plazo, promover el establecimiento de talleres para sillas y escritorios, la promoción de agroindustrias artesanales para beneficio de los estudiantes y mucho empleo rural.

- Promover y seguir instalando sistemas de energías renovables: solar, vientos, biomasa y energía geotérmica.

- En nuestras casas: pintar los techos de blanco, mantener abundante vegetación en ventanas y balcones, establecer huertos caseros en comunidades organizadas dispuestas a producir también árboles frutales, incluyendo cítricos (Ejemplo: limones) en los patios disponibles.

- Mantener tanques familiares para almacenamiento de agua y así atender el déficit que se presente en los sistemas de abastecimiento.

Para garantizar la viabilidad de estas recomendaciones los bancos nacionales, las ONGs y otras entidades públicas podrían estar dispuestas a cooperar de modo organizado y eficaz. Además, los lectores son libres de criticar, ampliar y mejorar estas medidas, lo cual sería beneficioso para todos.