• 03/08/2022 00:00

El estilo de “gobierno político de palacios” está periclitándose

Partimos examinando que la tesis que “el estilo de gobierno de palacios” está ya periclitándose en Panamá. Puede nombrase “estilo de gobierno político de palacios”, aquel sistema conformado por los tres principales poderes clásicos del estado, a saber: ejecutivo, legislativo y judicial.

Partimos examinando que la tesis que “el estilo de gobierno de palacios” está ya periclitándose en Panamá. Puede nombrase “estilo de gobierno político de palacios”, aquel sistema conformado por los tres principales poderes clásicos del estado, a saber: ejecutivo, legislativo y judicial. También hay que añadir el poder de la contraloría general de la república.

Según diccionarios de lengua castellana, “Periclitado: algo que después de haber llegado a su apogeo, inicia su decadencia; y, Periclitar: estar o correr algún peligro, decaer o declinar”.

Este mes de julio de 2022, en nuestro país fueron rebasadas condiciones socioeconómicas críticas, produciéndose olas de levantamiento popular, protestas e indignación. Parece aún temprano evaluar estos acontecimientos históricos, para establecer y ordenar las lecciones que se derivan. Mas, considero válido adelantar algunas reflexiones preliminares sobre las lecciones importantes.

Tras la explosión social que aún vivimos, se observa "un gobierno político de palacios" que está periclitando, rebasado por el peso de problemáticas de la coyuntura crítica nacional. Este gobierno quedó sin soluciones eficaces y con índices bajos de credibilidad y respaldo popular, como producto de: su desconexión con realidades sociales objetivas; y su insistente actuar bajo enfoques y políticas desprovistas de evaluaciones objetivas de las causas, consecuencias y peligros de una crisis en curso incierto.

Llama la atención que para salir del impasse, los palacios gubernamentales no recurrieron al costoso y publicitario Pacto del Bicentenario. Al parecer, no se está utilizando como fundamento para propuestas de soluciones. El gobierno de palacios quedó débil y prácticamente solo en sus históricas estructuras.

En las carreteras, poblados y calles, el curso de la indignación y protestas han estado generando los acontecimientos inéditos en variadas formas. El estilo de gobierno de palacios fue rebasado, surgiendo un embrión que puede llamarse  "estilo de gobierno de voluntad social en la calle". Presenciamos una especie de cuasi cabildos abiertos.

Se trata de estructuras organizativas y diálogos de proyecciones comunes ?con presión popular robusta y medidas no siempre controladas adecuadamente? las cuales condicionaron al gobierno a quitar puertas cerradas para un diálogo directo y abierto, que antes negaba. Se ha convocado la intermediación de actores importantes como la iglesia católica y otras entidades públicas y privadas. Panamá es un país de paz y abundantes diálogos, la mayoría, con resultados muy limitados y algunos infructíferos.

El escenario del diálogo actual no es ideal, pero ya representa un avance importante. Se están conformando propuestas viables y hasta legislando soluciones, ahora todo con enfoque de perspectivas positivistas para superar la crisis desbordada.

Por otros ángulos, no observo fuerzas organizadas exigiendo el despido inmediato de los corruptos e ineficientes en los cuatro palacios de gobierno. Aún falta mucha organización y agenda para combatir en forma efectiva el sistema de corrupción, impunidad y falta de transparencia. También, es evidente la debilidad de actores y fuerzas sociales para lograr un proceso constituyente para transformaciones profundas, vía originaria o paralela.

Economista y catedrático de la UP
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