• 27/11/2010 01:00

Parlacen y lo extra estatal

P areciera que el Parlacen tiene una condición muy especial que lo ubica como un organismo supra estatal, muy por encima de las entidade...

P areciera que el Parlacen tiene una condición muy especial que lo ubica como un organismo supra estatal, muy por encima de las entidades políticas organizadas cuya condición suprema es la soberanía.

Justamente ese factor es el que permite que los estados tengan la capacidad de organizarse y de administrarse internamente, como de la misma manera dirigir y decidir las políticas a nivel exterior. Corresponde a los nacionales, como parte eficiente de las organizaciones estatales, afianzar la condición soberana y defenderla cuando pudiese estar en crisis.

Precisamente, lo contrario es coadyuvar con la lesión que pueda causarse a la soberanía. Toda acción adversa contribuye a posiciones antinacionales, como pudiese ser las asumidas por los miembros del Parlacen, que, en colisión con la decisión soberana del Estado panameño de excluirse de ese organismo, han decidido unilateralmente mantenerse. Desde luego, si su razón de ser como parlamentarios en ese organismo está en íntima vinculación con la presencia del país en el mismo, es lógico entender que sustraído del Parlacen, su condición de tal queda anulada.

Ahora bien, es tremendamente peligrosa la actitud asumida, pues mucho costó y sigue costando el afianzamiento de la soberanía panameña, que no puede ser sometida a los intereses particulares, que no necesariamente son los nacionales. Las posiciones políticas deben ser cuidadosamente medidas, pues al calor de las diferencias, pudiésemos estar postulando fórmulas no convenientes y alentando actos desconsiderados para el país. Es responsabilidad de todo panameño cumplir a cabalidad con las leyes y decisiones que emanen de las direcciones gubernamentales, pues de otra manera se abren los espacios para el levantamiento del orden constitucional, como puede ser el caso de la permanencia obstinada de los ‘diputados panameños’ en el Parlacen.

Las posiciones de fuerza de los mismos deben ser muy observada por el país. Estamos ante una ‘insubordinación’, cuyos propósitos tienen razones que deben ser meticulosamente medidas.

Si algo es claro, es el hecho del consenso que en todo el país ha levantado la medida gubernamental de exclusión de Panamá del Parlacen. Las mínimas voces que se han escuchado contrarias a la decisión de sustracción, han sido de los mismos ‘diputados’, sin mayor sustento, pero sí con la fuerza en defensa de sus particularísimos intereses, pues algunos de ellos tuvieron la oportunidad de ofrecer sus servicios al país, desde las posiciones de importancia que ocuparon, cuyos resultados fueron absolutamente nulos. Hoy en el Parlacen, quieren aparecer con posturas consecuentes, que no son más que espejismos, buscando confundir con las supuestas bondades de un organismo que no ha resultado de beneficios para el país.

El gobierno propone en su lugar la Asamblea Parlamentaria Centroamericana.

*DOCENTE UNIVERSITARIO.

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