• 11/11/2022 00:00

Funcionarios incompetentes

“[...] las explicaciones por los auxilios económicos del “ifaru” a estudiantes de una lista de padres de familia que se saben acomodados, ha sido como echarle a las 150 libras de arroz anual que nos “apipamos” [...] 100 libras de azafrán y 25 de cúrcuma molidas [...]”

Referente a: los millones y “sillones” de huecos reinantes en la red vial en la totalidad de sus 15 mil kilómetros y otros sinsabores gubernamentales que provocan retortijones en los estómagos de los ciudadanos de a pie y de muchos que si desayunan no almuerzan en este país crédulo y temeroso de DS.

Apenas si habían pasado seis meses de que el ciudadano panameño Savonge cumplía en la silla ministerial de Obras Públicas lo que el mismo se imagina el significado del trabajo de un funcionario de alto perfil, y ya había sufrido la más impenitente andanada de críticas sufrida por un empleado gubernamental en los 119 años de República, de parte de los casi cuatro millones de habitantes, sin contar a los chicheros peruanos, las bellas migrantes venezolanas y todos los 150 000 creyentes en el sueño americano que han pasado por Panamá, aprovechando la diáspora organizada por los comunistas de Cuba, Venezuela y Nicaragua, solo para, según ellos, joder a los gringos.

Porras, el gran civilizador de nuestro Istmo desde la primera quincena, hubiese botado a este muchacho, puesto que hasta la canalla panameña que vive de la mala fe y no se mete siquiera con las “mosquitas muertas” también se ha ensañado con el “ministro”, culpándole del horrendo desprestigio nacional que han sufrido los motorizados linces en el desfile patrio de Penonomé este 6 de noviembre de 2022, suceso que hizo estallar las redes sociales, dando a entender que los acróbatas de la policía habían caído en un hueco savongiano, cuando no fue “asina”.

Por el mismo lado, las explicaciones por los auxilios económicos del “ifaru” a estudiantes de una lista de padres de familia que se saben acomodados, ha sido como echarle a las 150 libras de arroz anual que nos “apipamos” cada uno de nosotros 100 libras de azafrán y 25 de cúrcuma molidas, como para que no se note, como para devaluar hasta el arroz con pollo. La lista cubre cinco cuartillas con los nombres que no quiero ni ver, porque podría resultar la afirmación del inadvertido “saco loco”, quien dijo que en cada familia había un “ñaño”... ¿Por qué no un juegavivo ladrón?

Economista, escritor costumbrista.
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