• 10/12/2014 01:00

Por un hemisferio más democrático*

La democracia depende de elecciones significativas, como las que se han celebrado en casi todos los países de las Américas 

Esta semana conmemoramos el vigésimo aniversario de la primera Cumbre de las Américas, de la que fue anfitrión el presidente Clinton en Miami, una ciudad que ejemplifica la gran importancia de los vínculos entre EE. UU. y sus vecinos del Hemisferio Occidental. Con nuestra mirada puesta en la séptima Cumbre de las Américas, que se celebrará en abril en Panamá, este es el momento propicio de considerar los logros que hemos alcanzado y de concentrarnos en un programa orientado hacia el futuro que impulse nuevos avances.

El Hemisferio Occidental desempeña una función esencial en lo que respecta a los intereses de los EE. UU. por varios motivos, entre los que se destaca el comercio generador de empleo. Sin embargo, aunque la prosperidad del hemisferio redunda en beneficio de un mayor número de habitantes, debemos asociarnos a lo largo y ancho de las Américas, a fin de garantizar que todos los habitantes se beneficien de los principios democráticos compartidos que reconocimos en la primera cumbre en 1994. Cuando es necesario, debemos actuar unidos, ya sea frente al virus del Ébola, la delincuencia transnacional, el cambio climático o aquellos que privarían a otros de sus derechos inherentes a la libertad de expresión o de reunión.

La democracia depende de elecciones significativas, como las que se han celebrado en casi todos los países de las Américas en los últimos decenios. Las elecciones deben ir acompañadas de igualdad de condiciones para los candidatos políticos; de autoridades electorales, medios de difusión y sociedades civiles independientes; de una clara separación de poderes que traiga consigo poderes legislativos y judiciales independientes, así como de respeto por los DDHH y las libertades fundamentales.

La democracia no se mide solo por las acciones de los Gobiernos; también se mide por la calidad de la vida cívica: el papel que desempeña la ciudadanía a la hora de forjar su propio futuro. Los ciudadanos necesitan acceder libremente a la mayor variedad de ideas e información posible para participar de forma eficaz en la vida pública y hacer responsables a quienes eligen para representarlos. En la actualidad, las libertades de prensa, expresión y asociación en el Hemisferio Occidental se ven amenazadas principalmente por la injerencia estatal, la violencia delictiva y las instituciones que no pueden o no quieren proteger esas libertades y hacer valer el Estado de derecho. Es preciso que defendamos el derecho inherente de expresión que goza cada uno de los ciudadanos.

La libertad de reunión se mide en función de si la sociedad civil puede, sin restricción indebida alguna, congregarse pacíficamente para expresarse sin temor a la violencia o la encarcelación. Lamentablemente, en el caso de muchos ciudadanos de la región, la respuesta es ‘no’.

Debemos reafirmar el liderazgo y la visión común que nuestro hemisferio indicó en la primera Cumbre de las Américas, que luego quedaron consagrados en la Carta Democrática Interamericana de 2001. Los EE. UU. apoyan firmemente las propuestas pendientes ante la OEA para garantizar la implementación de dicha carta. También respaldamos la independencia y la integridad de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, para que conserve su papel primordial en materia de promoción y protección de los DDHH y las libertades fundamentales en todos los países del hemisferio, incluido el nuestro.

Los EE. UU. se enorgullecen de ser país signatario de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, y abogamos por sus valores básicos. A pesar de que nuestro Senado no ha dado su consejo y aprobación a la ratificación de la Convención, como Estado parte en el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos de las Naciones Unidas y otros tratados sobre DDHH, ya hemos aceptado las obligaciones sustanciales fundamentales de la Convención. Podemos estar orgullosos de haber llegado a un consenso en este hemisferio en materia de valores democráticos. En vísperas de la próxima Cumbre de las Américas, es preciso que reafirmemos enérgicamente estos valores y nos comprometamos a revitalizar las instituciones que los defienden.

—Versión completa del artículo en: http://spanish.panama.usembassy.gov/pr120914.html

*Traducción al español y publicación, el 8 de diciembre de 2014, por el Nuevo Herald.

**SECRETARIO DE ESTADO DE LOS ESTADOS UNIDOS.

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