Arturo Adames*, un héroe

El presidente de la República, Juan Carlos Varela, le dijo al profesor Arturo Adames que era un héroe porque al preguntarle si quería ir a otro hospital, el profesor Adames le respondió que solo quería dos cosas, una, que no cerrara el Instituto Nacional y dos, que le diera una buena donación a la Sala de Quemados del Hospital Santo Tomás.

Sr. presidente, el profesor Adames no es un héroe por haberle hecho esa solicitud, al contrario, porque es un héroe es que le hizo dicha solicitud. Si vemos el significado de héroe, encontramos distintas significaciones, por ejemplo, ‘persona que se distingue por haber realizado una hazaña, especialmente si requiere mucho valor'; en la mitología y en el folklore, ‘un héroe es un personaje eminente que encarna la quinta esencia de los rasgos claves valorados en su cultura de origen...'; ‘el héroe es un personaje que por su origen, ideas, valores que se fundan en la solidaridad y en la justicia social, resalta y es digno de respeto y veneración'. Todos estos significados nos dan una idea de lo que es un héroe.

En otras palabras, hay héroes y hay héroes, más que es un héroe para nosotros: es un ser que se lanzó en la utopía de un mundo verdaderamente humano; un ser que ha luchado toda su vida o gran parte de ella por una verdadera justicia social, en la que los derechos humanos son realidades y no palabras vacías; seres que continuarán luchando por las satisfacciones de las necesidades de toda la colectividad social, particularmente de los estratos sociales pobres; seres que han abonado nuestra tierra con su sangre, defendiendo su soberanía, como ocurrió el 9 de Enero o cuando tuvo lugar el nefasto golpe de los entorchados en 1968, durante el cual aniquilaron héroes panameños y exiliaron a otros tantos. Estos son nuestros verdaderos adalides, paladines, atrevidos, los que han luchado toda una vida por erradicar el dominio de los económicamente poderosos.

Nos identificamos plenamente con la concepción de héroe que consignó José Martí al referirse a Simón Bolívar, José de San Martín y Miguel Hidalgo, a saber:

‘Hay hombres que viven contentos aunque vivan sin decoro. Hay otros que padecen como en agonía cuando ven que los hombres viven sin decoro a su alrededor. En el mundo ha de haber cierta cantidad de decoro, como ha de haber cierta cantidad de luz. Cuando hay muchos hombres sin decoro, hay siempre otros que tienen en sí el decoro de muchos hombres. Esos son los que se rebelan con fuerza terrible contra los que les roban a los pueblos su libertad, que es robarles a los hombres su decoro. En esos hombres van miles de hombres, va un pueblo entero, va la dignidad humana. Esos hombres son sagrados'.

*Profesor de Educación Física del Instituto Nacional.

DOCENTE UNIVERSITARIO JUBILADO.