• 17/06/2022 00:00

Hidroeléctricas entre los negocio más rentables

Si bien es cierto en tiempos de crisis es preciso reinventarnos con creatividad por la paz social en nuestro país, aliviar los efectos del alza de productos e insumos  importados y por encima de todos el precio del combustible, ya que parece incontenible su incremento, afectando todo lo que consumimos.

Si bien es cierto en tiempos de crisis es preciso reinventarnos con creatividad por la paz social en nuestro país, aliviar los efectos del alza de productos e insumos  importados y por encima de todos el precio del combustible, ya que parece incontenible su incremento, afectando todo lo que consumimos. Quizás podemos evitar rentas sustitutivas ante la eliminación del impuesto del combustible, razón por la cual propongo revisar los rendimientos y beneficios del "negocio" de las hidroeléctricas que nos induce a reflexionar sobre una reestructuración legislativa, debido a la necesidad de  alternativas para asumir  subsidios y otros colaterales de condición  temporal.

Trato de  comprender la temática donde sus operaciones y resultados gananciales son excelentes, pero exiguos para el Estado.

Es de considerar que las aguas de nuestros ríos y sus afluentes utilizadas para el funcionamiento de sendas centrales hidroeléctricas que suman  varias decenas a lo largo y ancho de la geografía nacional en manos de consorcios privados, por lo que es necesario corroborar sus operaciones  y sus costos-beneficios de acuerdo a la  inversión y costos financieros en un período que no supera  el 30% del tiempo de la concesión que es de 25 años.

Es importante que el Estado realice una revisión exhaustiva, ya que surgen serias dudas sobre el desempeño oficial, para aclararnos aparentes indicios de opacidad contable, operando bajo un régimen de Concesión Estatal, se torna exigible conocer que nada riñe contra los principios de  transparencia en las finanzas sobre ganancias razonables  detalladas en los Estados Financieros sin dilución de costos en subterfugios ajenos a la operación propia de las  hidroeléctricas como tal.

Por supuesto, aspiramos localizar una alternativa mediante reestructuración de gravámenes o participación accionaria del Estado por derecho, debido al uso de agua transformando  energía hidráulica en energía eléctrica.

A falta de información  disponible y en "palabritas de a centavo" surgen cuestionamientos por obtener  respuestas concisas y ajustadas a la verdad, imagínense amables lectores que el kilovatio hora producido en una central de este tipo es facturado al país en $0.10, en adecuada  clasificación  tabulan megavatio hora (unidad de producción) y por consiguiente ese MW/h nos lo venden a $100 hora, de tal manera que una planta hidroeléctrica que genere 15 megavatios hora estaría contabilizando $1,500/h reflejando de manera lineal  $12.96MM sobre 8,640 horas al año.

Sin embargo, es importante considerar sus ventas en base a la potencia firme de producción y la afectación de la temporada seca, lo que refleja una realidad de un 70% de producción y rendimiento con resultados que oscilan en alrededor de  $9,072MM sobre 6,048 horas al año cuyos resultados en 25 años sin considerar posibles alzas e intereses totalizan $226.8MM

Ahora bien, pasamos al ejercicio hipotético  detallando las posibles realidades de la  inversión incluidos sus costos financieros y puesta en operación, serían:

1. $60.0MM (Est. Disiño y construc.)

2. $16.2MM (Financiamiento)

3. $3.6MM(Inflación y otros)

4. $31.5MM (Oper. y manten.) Aclaramos que la adición de $31.5MM es el resultado de una constantes anual promedio por el orden de $1.26MM. Del gran total de $226.8MM deducimos los valores detallados que suman $111.3MM, sumatoria que  al final del periodo refleja  una utilidad  de $115.5MM ($4.62MM/año)  algo fuera de serie en las prácticas y resultados empresariales en nuestro medio.

Después de superado el oprobioso y mal recordado tiempo del Noriegato, estamos como anestesiados con  intravenosas y no nos damos por enterados.

Esos $115.5MM significan una irrazonable utilidad sobre un 103.33%, aproximadamente, y con la opción de renovación automática por otros 25 años más, al hacer el ejercicio para observar resultados gananciales de esos subsiguientes 25 años es patético.

Es necesario considerar tres impactos importantes:

1. Las concesionarias proyectan anualidad de producción y sus facturas mensuales son pagadas prácticamente a la vista.

2. Al mercado internacional (”Spot”) le venden más barato que al mercado local, energía considerada sucia, pero recibida en un país como Costa Rica considerado país “verde”.

3. Los cálculos sobre hidroeléctricas de 15.0MW nos impactan, para vuestra información, la generación hidroeléctrica en el país supera los 1100.0MW.

Panamá es para y por los panameños no nos merecemos más explotadores con sutilezas detrás del telón.

Ingeniero político y torrijista.
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