• 25/01/2009 01:00

Es hora de que el pueblo se haga respetar

Hemos venido reiterando que el circo electoral no constituye una respuesta a nuestros problemas. La desesperación de unos y otros politi...

Hemos venido reiterando que el circo electoral no constituye una respuesta a nuestros problemas. La desesperación de unos y otros politiqueros por garantizarse el triunfo los ha llevado a develar sus verdaderos instintos. Las acusaciones de corrupción están a la orden del día, cada semana se concretizan alianzas que se esfuman, los cambios de tolda política son la tónica; no ha faltado el tinglado boxístico de los “candidatos” a diferentes puestos de elección, las maletas de dinero recorren las arterías del país.

Lo ausente han sido las propuesta, el debate, ello es así porque Martinelli, Balbina, Varela y Endara mantienen el mismo proyecto económico y político, el que se ha ejecutado desde 1979 y profundizó después de la invasión norteamericana de 1989, favoreciendo a las 100 familias de la mafiocracia, a ese selecto grupo para el cual ya se aprobaron 1,110 millones de dólares (más endeudamiento) a fin de “solventarle” al sector bancario los efectos de la crisis económica que ellos mismos han provocado y de la que se han beneficiado, y 10 millones de dólares más para eurobonos para cubrir la negligencia de las autoridades de Cancillería, que provocó la pérdida de las preferencias arancelarias con la Unión Europea.

Mientra ello ocurre, se ultraja el derecho a huelga de los obreros (caso de los trabajadores de la cafetería del Complejo de la CSS y de los trabajadores del HISMA); se niega las reclamaciones de pensionados y jubilados; se reprime a pobladores que claman por su derecho a agua potable, veredas, viviendas y seguridad; se continua favoreciendo los proyectos depredadores del ambiente; se niega justicia a los afectados por el dietilenglicol y a los mártires obreros asesinados por el sicariato y la Policía Nacional; se insiste en el proyecto privatizador de la salud y la educación, y se prepara el negociado del transmóvil.

No cabe duda de que será el pueblo trabajador quien cargará nuevamente con los costos de los apetitos de máxima ganancia de usureros, banqueros y exportadores. Es decir, una total opresión hacia los sectores populares, en la cual toda la partidocracia es cómplice, pues entre gobierno y oposición no existe contradicción.

Es en este escenario, donde pareciera fusionarse el proceso electorero en dos polos que compiten por asaltar los recursos del Estado. La historia es testigo, que quienes en las pantallas aparecían como irreconciliables enemigos de la noche a la mañana han quedado compartiendo las fórmulas presidenciales. Son los casos de Ricardo Martinelli — Juan Carlos Varela; y Balbina Herrera — Juan Carlos Navarro. Esto no debe sorprendernos, la clase política siempre se ha distinguido por la hipocresía, la desvergüenza y la traición.

Es hora de que el pueblo se haga respetar y deje de que los políticos corruptos lo tomen de relajo. Llamamos al pueblo a repudiar este circo electoral ya sea con la abstención, el voto en blanco, voto nulo, voto simbólico en favor de algún mártir o votando por Frenadeso. Consagraremos nuestros esfuerzos a la unidad, organización y lucha del pueblo; a construir poder popular y a crear las condiciones para la autoconvocatoria de una Asamblea Constituyente Originaria que dé paso a una verdadera democracia, donde prevalezca la justicia y equidad social.

-El autor es secretario general del Suntracs.rologe54@yahoo.com

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