• 31/03/2025 00:00

Importancia de un consumo responsable

La toma de decisiones de consumo informadas es fundamental, ya que estas pueden influir en la oferta y la demanda

Los consumidores tienen una influencia creciente en los mercados, ya que hoy desempeñan un papel más relevante en la dinámica económica.

La importancia de las decisiones de consumo y su impacto en los precios

Tomar decisiones de consumo informadas es fundamental, ya que estas pueden influir en la oferta y la demanda. En términos sencillos: cuando un producto abunda, su precio tiende a disminuir; por el contrario, cuando escasea, su valor se incrementa.

En muchos casos, se considera que los grandes actores del mercado son quienes establecen las condiciones y las reglas del juego. Por ello, podría pensarse que el margen de acción individual del consumidor es limitado en la configuración de las condiciones económicas. Sin embargo, cuando se analizan en conjunto las decisiones de todos los consumidores, se evidencia su capacidad para incidir en la mejora de las condiciones de adquisición de bienes y servicios.

Protección al consumidor y sostenibilidad

Si bien las leyes de protección al consumidor de distintos países no siempre incluyen normativas específicas sobre consumo sostenible, muchas contienen disposiciones generales que las agencias de protección al consumidor pueden aplicar para promover la sostenibilidad en bienes y servicios. Este es un aspecto clave que no debe perderse de vista cuando se trata de salvaguardar los intereses de los consumidores.

Por ejemplo, la Ley 45 de 2007 de Panamá, en su artículo 35, numeral 3, reconoce el derecho del consumidor a “tener acceso a una variedad de productos y servicios valorativamente competitivos que les permitan libremente elegir los que deseen.” A partir de este principio, diversas normas instan a los consumidores a optar por bienes y servicios con menor impacto ambiental, lo que también repercute en la optimización de los recursos económicos.

El rol activo del consumidor

En la actualidad, se espera que los consumidores adopten un rol más activo en la defensa de sus derechos. Para ello, es fundamental que realicen una diligencia debida mínima, que incluya acciones como:

Comparar opciones antes de realizar una compra.

Presentar quejas dentro de los plazos establecidos por la ley.

Leer los contratos antes de firmarlos.

Exigir la factura de compra.

Investigar al proveedor antes de contratar sus servicios.

Cumplir con sus obligaciones contractuales, siempre que el proveedor también las respete.

Considerar la sostenibilidad ambiental en sus decisiones de consumo.

Regulaciones ambientales y la responsabilidad del consumidor

La normativa panameña impone a las industrias y comercios el uso de envases y utensilios amigables con el medio ambiente en la venta de alimentos y bebidas. Sin embargo, estas obligaciones no recaen directamente sobre los consumidores, aunque no se descarta que en el futuro la legislación evolucione en esa dirección, dada la creciente preocupación por la sostenibilidad y la escasez de recursos.

Por su parte, la Constitución de la República de Panamá, en su artículo 119, establece que tanto el Estado como los ciudadanos tienen el deber de prevenir la contaminación y garantizar el equilibrio ecológico. En este contexto, los consumidores pueden contribuir mediante:

Un consumo más crítico y responsable, eligiendo proveedores comprometidos con el respeto al medio ambiente y los recursos económicos.

La denuncia de prácticas empresariales que atenten contra la sostenibilidad.

La planificación de su consumo para minimizar el desperdicio.

La correcta disposición de residuos mediante la reducción, el reciclaje y la reutilización.

El poder del consumidor va más allá de la simple elección de productos; sus decisiones colectivas pueden impulsar cambios en el mercado y fomentar prácticas empresariales más sostenibles en beneficio de todos.​

*La autora es abogada de la Autoridad de Protección al Consumidor y Defensa de la Competencia
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