• 30/09/2013 02:00

La espontaneidad que incomoda

Regreso al tema del papa Francisco, porque creo que muchos cristianos católicos no han leído la entrevista. Algunos porque no tienen acc...

Regreso al tema del papa Francisco, porque creo que muchos cristianos católicos no han leído la entrevista. Algunos porque no tienen acceso rutinario a las informaciones internacionales en su totalidad. Probablemente haya algunos que no quieran leerla. Este golpe de timón ha incomodado a mucha gente.

Ya la semana pasada esbocé mi posición sobre la fe, las religiones y las creencias; prácticas que a lo largo de los siglos se han fijado con base en la exclusión que ha provocado guerras por la poca tolerancia, y los cientos de millones de muertos que han dejado a lo largo de los siglos. Esto es lo que hace que la humanidad se encuentre sumida en los caminos de tensión crítica en cuanto a su futuro como conjunto.

Hay innumerables áreas del conocimiento humano: la investigación científica, las artes, la cultura entre otros, que agregan valor a la necesidad del ser humano de continuar la construcción de un mejor entorno para la preservación de la especie a largo plazo. Pero el sectarismo y la descalificación no ayudan y el papa Francisco parece haberse dado cuenta de eso.

De las cosas fascinantes que pude encontrar en la entrevista que le hiciera el padre Antonio Spadaro, director de La Civiltà Cattolica, al papa Francisco y en otras intervenciones a lo largo de estos primeros meses de pontificado, me llamó poderosamente la atención la espontaneidad de sus respuestas. Sin publirrelacionistas de intermediarios, manejadores de su imagen, filtros ni revisiones. Se mantiene esa misma espontaneidad que dejó en evidencia en su entrevista con unos 70 periodistas que viajaron con él de regreso del encuentro con la juventud en Brasil, en julio pasado.

El padre Spadaro anotó: ‘Hablar con el papa Francisco es una especie de flujo volcánico de ideas que se engarzan unas con otras. Incluso el acto de tomar apuntes me produce la desagradable sensación de estar interrumpiendo un diálogo espontáneo’. Pero igualmente escribió que el papa le había confesado que ‘prefiere pensarse las cosas más que improvisar respuestas sobre la marcha en una entrevista. Siente que las respuestas precisas le surgen cuando ya ha formulado la primera: ‘No me reconocía a mí mismo cuando comencé a responder a los periodistas que me lanzaban sus preguntas durante el vuelo de vuelta de Río de Janeiro’...’.

Este personaje que se tomó el tiempo para llamar a su sastre en Argentina para disculparse porque no iba a poder seguir utilizando sus servicios, ya que lo habían elegido papa, es el que señaló que ‘No podemos seguir insistiendo solo en cuestiones referentes al aborto, al matrimonio homosexual o al uso de anticonceptivos. Es imposible. Yo he hablado mucho de estas cuestiones y he recibido reproches por ello. Pero si se habla de estas cosas hay que hacerlo en un contexto’: tema que pone sobre el tapete de la mesa católica para ser discutido —un tapete de 2.1 mil millones de personas.

Este personaje que se preocupó por ir personalmente a pagar la cuenta del hotel en donde se quedaba las noches antes de ser elegido papa, es el mismo que a los periodistas en el avión dijo: ‘Si una persona es gay, busca al Señor y tiene buena voluntad, ¿quién soy yo para juzgarla? El Catecismo de la Iglesia Católica explica y dice que no se deben marginar a esas personas y que deben ser integradas en la sociedad’. Y en la entrevista con La Civiltà Cattolica, reafirmó subrayando que ‘... cuando Dios mira a una persona homosexual, ¿aprueba la existencia de esta persona con el amor o rechaza y condena a esta persona? Debemos tener siempre en cuenta a la persona’.

Antes de esta entrevista ya venía incomodando a algunos sectores de la Iglesia Católica. Creo que en Panamá muchos sentirán ofensa ante sus declaraciones entorno al dinero y las riquezas: ‘Hemos creado nuevos ídolos. La antigua veneración del becerro de oro ha tomado una nueva y desalmada forma en el culto al dinero y la dictadura de la economía, que no tiene rostro y carece de una verdadera meta humana’. Aquí, en Panamá, empresarios y políticos tienen como meta amasar grandes sumas de dinero, a como dé lugar. Millones y millones de dólares. Eso incluye a los que se benefician de las creencias de los pobres; llámese pastores o apóstoles.

Son esos que el mismo Francisco señala como ‘trepas’: ‘... También en la comunidad cristiana hay de estos trepas, ¿no? Que buscan su propio beneficio y consciente o inconscientemente fingen entrar por la puerta, pero son ladrones y sinvergüenzas. Para ellos la religión es un negocio...’. Vale la pena que se acuerden de estos señalamientos cada vez que con hipocresía se persignan o le tocan la frente a un ser humilde de nuestra comunidad.

‘Los obispos y sacerdotes deben ser pastores y no lobos rapaces’, dijo el papa, y de frente a eso se tiene que preparar si pretende provocar cambios profundos y que su filosofía de lo que deber ser la Iglesia Católica en el mundo, la harán de compartir sus más cercanos colaboradores.

A como dé lugar, si se toman el tiempo de estudiar la entrevista, aprenderán que este representante de San Pedro es un filósofo-intelectual de su oficio, que pareciera tener la decencia suficiente de entender que la humildad es el arma más ponderosa para llegar al ser humano; pero ante todo, la humildad sincera y genuina.

COMUNICADOR SOCIAL.

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